Crónica de la inauguración del festival del desierto 2017
4 junio, 2017

Crónica de la inauguración del festival del desierto 2017

Por José Ismael Leyva

El día prometía dar tregua  a la inauguración dela edición XIX  del Festival de Desierto a cargo de la compañía francesa Transe Express. El espectáculo fue una mezcla de música, malabarismo, actuación, todo hecho de forma simultanea y sincronizada en la alturas.

La música la creaban nueve  personajes suspendidos caracterizados, dos de ellos contaban con un sistema de campanas chicas que realizaban tonos agudos, dos de ellas con campanas grandes creando tonos graves y los otros  bateristas que ocasionaban la percusiones que junto con los tonos de las campanas creaban excelentes composiciones musicales.

El malabarismo los hicieron tres chicas acróbatas suspendidas en todo momento.

La belleza de este espectáculo resulto ser la sincronización  de una estructura articulada con movimiento guiados por cables, luces, y todo mientras los músicos creaban música y las malabaristas adornaban con movimientos ágiles la muestra escénica.

La obra completa duro poco mas de una hora, perfectamente comprensible para quien en lo alto tiene que estar tocando, caracterizando, y enfundado en unos trajes tan sensacionales como incómodos; pero creo que llevaron la obra manteniendo la frecuencia en un solo tono, a veces pareciera que era un móvil de cuna manteniendo la misma melodía infantil para la que fue programada y así lo mantuvo por las cuatro intervenciones musicales, si acaso falto un gran cierre hecho con la mayor de las fuerzas por las percusiones de las baterias, algo sensacional mientras lanzaban los ya tradicionales juegos artificiales , sin interrupciones, sin explicaciones de que ya se había acabado el show.  Muchos quedamos esperando clímax y sobretodo el gran final de la presentación, retumbante, poderoso y asombroso que merecía toda la escenografía de la compañía francesa; sin embargo su propuesta fue bella pero constante.

El Dios Tláloc llego tarde a la cita y se perdió casi todo el evento, si acaso alcanzo la mitad de los juegos artificiales, pero apresuro el retiro de los miles de asistentes que dieron prisa a su retiro.

En términos generales fue un gran evento de calidad artística y  demostró la experiencia adquirida del festival a través de los años en cuanto a logística y organización; disfrutemos de los que sigue y tratemos de asistir a la mayoría de estos eventos, que de verdad valen la pena.

 

 

 

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