2 enero, 2018

EL CENIT

Por: Raúl Axel Mayorga Molina*

 

2018: Comienza la aventura

Creo que como a muchas personas, el inicio de un nuevo año me vuelve inevitablemente optimista. Y no es que no tenga en cuenta que la forma en la que medimos el tiempo es arbitraria (porque los seres humanos tenemos poco habiendo establecido los segundos, horas, días, años en comparación con la edad del Universo), sino porque cada enero nos presenta un lienzo de 12 meses para hacer mejoras respecto a la docena anterior.

El 18 de diciembre de 2017 cumplí 10 mil días de vida, una cifra pequeña si la comparamos con las vidas de personas que han llegado a vivir hasta el triple que yo, más estoy orgulloso de este “logro” en poco más de 27 años de existencia. El tiempo, apreciará quien lee esto, tiene importancia para el que escribe, algo que usualmente no lo es para los demás; mientras que me gusta saber los cumpleaños y aniversarios de familiares y amigos, hay quienes rehúyen a esa información por considerarla inútil. Empero, tener en cuenta al tiempo es también esencial si se desea medir los logros y avances.

Ciertamente, estos días se prestan para evaluar los hitos personales, también las cosas menos favorables y los eventos sociales, políticos, económicos, deportivos, culturales que nos marcaron.

2017 fue un año mixto, me parece, aunque mejor que 2016. Antes de continuar quiero decir que si bien planear es lo ideal, a veces es sencillamente imposible prever y para esto también hace falta mucha capacidad de análisis (y ni así, en ocasiones).

Por último, querido lector, querida lectora, le invito a reflexionar en torno a las oportunidades que tenemos por delante, en lo individual como en lo colectivo, para hacer de este 2018 el año de la transformación.

 

Muchas gracias por leer y compartir esta columna. Espero sus comentarios, ¡hasta la próxima!

 

*Politólogo en formación por la UNAM.

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