Para leer a López Obrador
2 diciembre, 2018

EL RINCÒN DEL MAGO

Para leer a López Obrador

(o la mañana más obscura en el rincón).

Abelardo Medellín Pérez.

 

Hace aproximadamente veinticuatro horas se ha instaurado la mal llamada “cuarta” transformación. El, ahora no solo virtual, nuevo presidente de México Andrés Manuel López Obrador ha inaugurado con bombos y cadetes controversiales su sexenio. Ya vestido, peinado sin gallo y con el apoyo de toda su bancada en la cámara, Obrador nos recibe con un discurso extenso donde se dijo mucho, no se dijo todo y nos aclara exactamente lo que debemos esperar.

Señoras y señores, acomódense en su rincón preferido, esperamos sea el del Mago, e iniciemos con este rápido análisis de lo dicho y hecho en el discurso oficial de AMLO tras su toma de protesta:

Punto por punto, palabra por palabra:

– Sin duda, algunos esperaban un tono de esperanza, de felicidad, de renovación. Tantos aires nos esperábamos de este discurso. Siendo el mensaje de un gobierno como nunca se había visto antes en el país, la gran mayoría esperaba innovación. No, no fue así. El tono y marca imborrable de lo dicho por Andrés Manuel fue el rencor. Inició tirando la piedra, poniendo el dedo, “mirando feo”. Claro, al final habló de perdón, pero él mismo aceptó no tener empacho en recordar, y al parecer su memoria viene con resentimiento incluido. Que poco republicano.

– El nuevo presidente intentó excusar su movimiento diciendo que “la cuarta transformación puede parecer pretensiosa o falsa”, y es claro que no, digo sus referentes son históricos, “¿cómo podría ser falsa?”, oh… es verdad, historiadores como Héctor Aguilar Camín han dicho de ella que no es exactamente la cuarta… pero supongamos que eso es superficial (como su movimiento).

– Laurel a quien laurel merece; dijo de Peña Nieto que agradecía sus atenciones y el no intervenir en las elecciones y/o en el cambio de gobierno. Sí, ¿verdad?, que bonito se siente cuando entra un gobierno y nadie interrumpe ni… no sé, ¡tome pozos petroleros o se auto proclame “presidente legítimo” !, solo decimos. Nos queda claro que no intervenir en las transiciones es de gobernantes civilizados. ¿Lo sabrá nuestro nuevo presidente o solo quería dar las gracias por la calma?

– Entonces, como muchas veces les pasa a los viejitos y a los políticos, recordó esos bellos momentos del pasado y llamó indirectamente al odio por esa “horrida” reforma energética que infló los precios de los hidrocarburos. Se quejó tanto que recibió el aplauso de sus simpatizantes y el cartel con quejas de la bancada del PAN. Por suerte nos dijo lo que todos queríamos esperar “los precios de la gasolina van a bajar” … lamentablemente también fijó fecha: “cuando se termine la refinería que vamos a construir”. Y por si usted se lo había perdido, según el gobernador tabasqueño Adán Augusto López, dicha obra comenzará a finales del próximo año y tardará alrededor de tres años. Así que no huyan a la gasolinera mis amigos democráticos, la gasolina sí costará once pesos (quizá)… pero en el 2021 (si bien nos va).

– Otra expresión aplaudida fue la de “impondré un nuevo régimen”, luego nos explicó que dicho régimen será liberal. No sin antes darnos ejemplos loables de liberalismo en el pasado. ¡Pero son del pasado!, no podemos volver a modelos semejantes, de hecho, nuestro país a finales del siglo XIX era un hijo del proyecto liberal que desembocó con la revolución Maderista. Por cierto, que el error de madero (también laureado en el discurso), fue justo ese, imponer un nuevo régimen, pero no un nuevo orden de Gobierno.

– Hablando de seguridad, el presidente no pudo expresarse por mucho tiempo pues fue interrumpido. No, esta vez no fue por su dificultad al decir cinco palabras en una frase, sin interrumpirse a ver la nada. No, esta vez fue por la bancada de los panistas (de nuevo) quienes iniciaron una cuenta a 43 en honor a la justicia que merecen las victimas del caso Ayotzinapa. A este conteo se unieron los morenistas de la cámara agitando pañuelos blancos en el aire, como llamando al mesero para que les llevará congruencia y una dotación sexenal de pomada contra los moretones que se van a dar por las maromas de los siguientes años.

– ¿No queda claro qué tanto rencor había en el discurso?, para entenderlo mejor sépase lo siguiente. Sí, dijo que no perseguirá los actos de corrupción de otros, pero sí nos recordó que, de encarcelar gente, no solo serían altos mandatarios si no también el sector privado, sobre el cual dijo que no alcanzarían los centros penitenciarios para recluirlos. ¿Quería entonces infundir miedo o prevenir a los inversionistas nacionales?

– Continuando con la economía, dijo que habría una separación certera entre el poder económico y el poder económico. Porque obviamente, todo buen líder va querer desligar las percepciones adquisitivas de lo que genera cohesión dentro de la sociedad. En lo personal, al rincón le hubiera parecido mejor escuchar una declaración donde se prometiera establecer un estado de derecho con verídica separación de poderes. ¿Qué le hacemos?

– Desconfiado hasta de su propia y, a penas proyectada, sombra, nos dice que si sus hijos o su esposa cometen actos de corrupción estará dispuestos a pasarlos por la justicia mexicana. Esperemos que se refiera a que los apresará si sus familiares “lo hacen”, no solo si “nosotros nos enteramos”.

– ¡Tranquilos mercados e inversión extranjera!, en efecto, en el pasado nos hemos endeudado como si el banco económico fuera Coppel y nosotros un padre con hijo que quiere un “Iphone”. Es verdad, pero… en el sexenio obradorista no habrá más deuda, ni tampoco más impuestos. Solo habrá aumento al salario y dinero regalado. ¿Cómo haremos para lograr esto sin seguir sonando incongruentes?, pues lo haremos siendo aún más incongruentes: ¡acabando con la corrupción, obvio! Dijo un presidente López Obrador al que nadie avisó que ya no está en campaña.

– Si en materia de “nuestro bolsillo” no bastara lo antes dicho. Si no bastara con que haya expresado que hará una franja del país desigual económicamente, AMLO nos recibe con la sorpresa de que le dará un salario a jóvenes que estén aprendiendo a realizar algún trabajo dentro de talleres. ¿De cuanto será esté salario?, pues nada más y nada menos que la cómoda cantidad de $3, 600 pesos ¡MENSUALES! Entonces, ¿recuerdan cuando hace dos años el ex secretario de Hacienda dijo que todos vivíamos bien con $6, 000 pesos mensuales y nos desvivimos insultándolo?, bueno, el licenciado presidente, austero como el mismo, cree que seis mil pesos al mes es mucho dinero, seguro los jóvenes desempleados solo necesitaran tres mil seiscientos.

– Por último, pero al parecer muy importante… ¿quién es el “masiosare” nuevo enemigo del abuelo chairo de todos los ciudadanos? Ahora que AMLO es el poder, ¿quién va a ser la nueva mafia del poder?, ¿es acaso que tenemos un Gobierno democrático y de primer mundo que no necesita enemigos imaginarios para avanzar hacia el futuro?, no, no merecemos democracias maduras… ¿Por qué?, porque nuestro nuevo presidente sí tiene un archienemigo: “El terrible neoliberalismo del diablo”.

Gente que lee el rincón, si son ávidos lectores de este espacio y ponen atención, se habrán dado cuenta que nadie desprecia aquí el neoliberalismo. Por no decir que este espacio lo enarbola. Lamentablemente, nuestro presidente Obrador no saco de su discurso en ningún momento a dicho modelo económico. Lo acusó de llegar negativamente a nuestro país, le echó la culpa de la reforma energética, dijo del neoliberalismo que era un sistema ineficiente, que debemos dejarlo atrás, que nos ha hecho pobres, infelices, poco democráticos… hombre’, solo faltó que dijese del neoliberalismo que mataba vaquitas marinas y diseminaba popotes en el mar. Lo que nos demuestra tal provocación es que el señor no puede gobernar (pongan aquí un punto de creerlo preciso) si no tiene a un enemigo, y como ahora él es el frente del poder, la mafia ya no puede ser suya… ahora es la mafia del neoliberalismo.

Terminado su desencadenamiento chairótico’ de quejas, ignominia y palabras pasivo agresivas, pasó la lista de los invitados de honor. Al mencionar a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, la bancada del PAN, oposición hasta en la misa de siete, gritó “dictador” dando nombre a quien deshonor merece. ¿Qué hizo la bancada de MORENA?, ¿seguir este grito revolucionario en aras de la libertad de otros pueblos?, ja, ja, claro que no. Gritaron “viva Maduro”. Que miedo debería darnos.

Al final esas son las cartas sobre la mesa del pueblo, un gobernante lleno de rencor pasivo agresivo, enemigo del neoliberalismo y del sentido común. Los dos grandes ausentes en el discurso fueron: la violencia contra la mujer y la violencia contra la libertad de expresión. Rubros donde somos focos rojos a nivel mundial y también necesitan atención. Pero entendamos a AMLO, esas dos cosas son culpa de los gobiernos disfuncionales, no del neoliberalismo, y como no le puede echar la culpa, mejor ni lo mencionamos.

(Por cierto, no olvidemos que su bancada acaba de rechazar la propuesta de una fiscalía especializada en delitos contra la mujer: punto para su congruencia, aunque nos duela).

Gracias presidente por mostrarse cómo es y por incomodar al presidente saliente. Gracias por enseñarnos cómo contratar un ciclista para que actúe al lado de su carro puede darle discurso a un político que bajó en el agrado de la gente durante los últimos meses. Gracias por todo y no se preocupe, en el rincón esperaremos con ansias los dos años y medio que faltan para la revocación de mandato, aunque terminé por ser una consulta de simulación como las que ya demostró sabe hacer muy bien.

Nosotros estaremos de pie aquí publicando y haciendo acto de presencia crítica. Respetaremos su mandato y esperamos de él lo mejor: porque aunque no sea nuestro gallo, quizá pueda ser nuestro ganso, no se nos vaya a cansar.

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