¿Qué no oyes tronar las balas?
9 diciembre, 2017

El rincón del Mago

¿Qué no oyes tronar las balas?

Abelardo Medellín Pérez.

 

Recién comienza diciembre y ya podemos oler con premura los vapores mexicanos de la navidad en nuestra tierra. Percibimos el sabor de los tamales en el aire, el hervir del atole y del ponche de frutas, el brillar y parpadear de los adornos y, sobre todo, la pólvora. Lamentablemente, esta no es la inocente pólvora de la pirotecnia infantil. No, este es un olor de viento quemado que, como el recordatorio exagerado de la realidad, nos alerta del peligro que es la inseguridad y su conocido lenguaje de plomo.

En los últimos días y horas, se han publicado y compartido sin cesar las noticias en redes sociales la situación de violencia por la que pasa nuestra ciudad. Balaceras, cadáveres repartidos como la orden del día de un sueldo funesto, ataques al estilo colombiano con la última tecnología en móviles de la muerte; la motocicleta, y un sinfín de encuentros más, que nos recuerdan cómo México sigue siendo una tierra de nadie en todas partes.

Se han llevado la paz, se han llevado la certeza de poder salir de casa sin perjuicio, se han llevado tantas cosas con unas cuantas armas y malas decisiones, ¿y qué nos han dejado? Nos quedamos con la psicosis.

Las personas de la ciudad ahora tienen que tratar de hacer sus días productivos, a sabiendas que, a fuera, hay una parvada de disparos volando con sus 9 mm. de longitud. La ciudadanía ahora tiene que cuidarse del transeúnte sospechoso, debe llegar más temprano a su hogar, vivir la ansiedad de esperar un camión en una esquina obscura, pasa los días pensando en un posible encuentro con algún enajenado mental. Ya no se sabe si se puede estar a salvo, ni tampoco de quien se debe tener miedo.

Llegada la época decembrina, y como la bola de nieve que baja de la colina, si miramos atrás podemos ver que esto solo es un desencadenamiento de sucesos. Durante la primera mitad del año ocurrieron un número significativo de eventos violentos similares que, como delitos de alto impacto, tuvieron lugar en nuestra maltratada ciudad.

Abramos este baúl agujerado de recuerdos que, asemejándose más a una caja de pandora, nos dejará ver cómo hace tan solo unos meses daba inicio esta sangrienta carrera por ver de quien es el charco de muerte más grande.

 

28/06/2017

El pánico se dio cita en la calle de “Carlos Lasso”, muy cerca de “Matamoros”, cuando por el percutir de un arma de fuego, los habitantes y  comerciantes avisan a las autoridades de un posible rafageo que lo único que deja como evidencia son los casquillos abandonados en el pavimento.

 

24/06/ 2017

Los vecinos del área de “Ángel Veral” y “Regules” escuchan disparos para darse cuenta de que han asesinado a la dueña de un negocio local de tacos. Disparos por la espalda a la señora que pretendía cerrar su local y el secuestro de su esposo, un ex-policía retirado.

 

08/06/2017

La SEDENA es alertada por una mujer de la localidad, con respecto a cierto domicilio de donde comienza a escurrir sangre. Los militares hacen acto de presencia y descubren a “el Karolo”, un vecino de la calle “5 de mayo sur”, sin vida en el suelo de su residencia.

 

29/05/2017

Las agencias policiacas de la ciudad reciben por la tarde una llamada de los vecinos de las calles “Diego Navarro” y “Leonardo Rodríguez Alcaine”. Las personas de esta zona de la “Dichosa” están asustadas profundamente por la reciente lluvia de balas que recibió un domicilio de dichas calles. El móvil: motociclista con una calibre 9mm. El resultado: afortunado; no había nadie en la casa acribillada.

 

25/05/2017

Un olor putrefacto y una escena aun más nefasta, alertan a un anónimo que, caminando sobre las calles de la colonia Minerales al norte de Matehuala, descubre un occiso de aproximadamente cuarenta años con un disparo en la cabeza y un brazo cercenado y perdido. Se hizo la correspondiente llamada frenética a las autoridades y se realizó el, muy común, desconocimiento de sus generales.

 

23/05/2017

Alrededor de las tres de la tarde del día, un grupo de vecinos de las calles de “Cerro Gordo” y “Laguna Verde” de la colonia Manuel Moreno Torres, reportaron disparos dirigidos a dos sujetos dentro de un Modelorama. Los disparos se piensan fueron el inicio de un asalto con lujo de violencia que terminó con los dos sujetos dentro del local en manos de la cruz roja atendiendo los percances.

 

08/05/2017

En un inmueble tipo taller mecánico de la calle “Ángel Veral” y “Miguel Barragán” de la colonia de Altamira, un empleado del mismo taller entró, como todas las mañanas para encontrar, al local, para sorprenderse con el descubrimiento de un occiso cubierto de sangre y atado de pies y manos.

 

04/05/2017

Una noche antes, en el ejido de Carbonera, se había reportado desaparecido un hombre cuya última acción, seguro fue la de subir a un camión de carga liviana con permiso de la SCT. Dentro del mismo vehículo, fue encontrado la mañana del martes inmediato con un impacto de bala en la cabeza.

 

22/04/2017

En un camino de terracería que conduce a la comunidad de El Sacramento, se encontraron los cuerpos de dos ejecutados. El primero, un joven en sus plenos veintes, con sudadera obscura y roja y cabello rizado, fue abreviado de su vida con el impacto de lo pareciera ser una piedra en la cabeza. El segundo, un hombre de entre treinta y treintaicinco años, con pantalón de mezclilla, playera azul, tez morena y pelo corto, presentaba una probable causa de muerte enarbolada a manera de disparo directo en la cabeza. Allende de todas las características visuales, ninguno llevaba consigo identificaciones.

[Que pesada la extensión de una herida como lo es la violencia. Cuantimás abierta y dolorosa por saberla existente, por darnos cuenta que no es nueva, que lleva abierta más de lo pensado y no hemos hecho nada por cauterizarla].

Lo anterior, solo representa un porcentaje diminuto de la hemerografía del crimen en 2017 de un servidor. Es decir; solo son algunos de los sucesos más significativos en la historia de los delitos de alto impacto en nuestra ciudad en los últimos meses.

En entrevista con “Somos Altiplano” el jefe de la Policía Municipal, Francisco Guzmán Sierra, dijo que:

  • “Nunca es suficiente el equipo policiaco para salvaguardar la vida y el patrimonio de los matehualenses”

Hace unos meses, el creador de “Semáforo delictivo” Santiago Roel-Rodríguez, declaró como alarmante la cantidad en alza de los delitos en México y en especial, mencionó, en SLP. Una cantidad histórica que nos remonta al 2011 y a la guerra contra el narcotráfico de Calderón.

Las dos menciones anteriores, solo son un reflejo de la visceral y cruda verdad moderna. Los recursos gubernamentales no alcanzan a protegernos, somos la luz roja para feminicidios, extorsiones, ejecutados. Aun sin ser un estado del norte, nuestro municipio se acerca tanto a esta región que estamos presentando lo peor de esas zonas; su delincuencia e inseguridad. A la fecha, el problema va más allá de los responsables y de las personas que se hunden en la psicosis y ridículo de una ultra violencia injustificada. La verdadera situación de riesgo reside en las autoridades que mantienen las alarmas y acciones en su mínimo, en la nada, en el menos uno. No hay respuesta oportuna de las autoridades, no hay propuestas ni actividades en marcha como para acabar con esta lamentable visión de nuestra Matehuala. ¿Qué nos queda por hacer? Esperar que alguno de los funcionarios decida que nuestra seguridad es una prioridad y tome las mejores decisiones pensando en las soluciones correctas para proteger a los ciudadanos, no a los criminales.

Sin embargo, al día de hoy, nadie ha salido a dar la cara ni una idea provocadora, todos siguen dentro de sus oficinas leyendo e indignándose de la manera menos sincera posible, ¿qué acaso no oyen tronar las balas?…

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