Un malestar cultural más no un malestar en la cultura.
10 junio, 2018

Un malestar cultural más no un malestar en la cultura.

Por Samantha Elizabeth Torres

A 20 años de asistir al Festival del Desierto aún me emociona y me molestan las mismas cosas, pero me he dado cuenta que poco a poco se ha ido estancando, aún recuerdo la maravilla que fue ir a sus primeras ediciones, pocas veces en Matehuala se tuvo la oportunidad de presenciar y apreciar espectáculos tan bellos y bien producidos, que como todo en esta vida ha tenido sus puntos bajos y altos, espectáculos que gustan, otros que dejan una sensación de desencanto, sin embargo en el último lustro un pensamiento sombrío se ha apoderado de mí, y es que, el festival comienza a aburrirme,  no me malentiendan, las compañías y grupos que se presentan cumplen su papel de la manera más solemne pero al mismo tiempo repetitiva, me explico, sabemos y estamos consientes de que la inauguración se dará por una compañía extranjera de excelentes artistas y que cada año será con temática más circense/acrobática (porque es lo que la gente pide) y menos centrada en un expresión artística, todos nos maravillaremos al ver los fuegos artificiales y nos iremos con folletos de los espectáculos para la semana, en el medio de esto nos quejaremos de los vendedores ambulantes que si bien hacen su trabajo con dignidad, interrumpen los espectáculos y no dejan disfrutar como es debido las presentaciones (no nos demos golpes de pecho, no digo que restrinjamos a ninguna persona el acceso a los eventos, pido en cambio que se gestionen de mejor manera los espacios para los vendedores ambulantes para que todos quedemos más conformes y ellos beneficiados); pasemos ahora a la semana de actividades, nunca va a faltar un buen Tango (excelso baile híbrido que no sólo pertenece a Argentina sino también a Uruguay), un público embelesado por los movimientos de los bailarines y el compás de la música y como es clásico ya, un público que a pesar de asistir cada año, sigue sin saber nada del tango, ni de dónde viene, porqué se produjo, o si les gusta o no el baile, sólo van y aplauden al final de cada pieza (que no debiera ser así, se ovaciona hasta el final, pero esto es México y nos reinventamos reglas a cada rato así que no me quejo) de lo que sí me quejo es de la falta de educación y empatía que todavía tenemos, no faltan las peleas por apartar butacas y sillas, los pequeños que lloran de  fastidio y aburrimiento (no los culpo, si no nos tomamos el tiempo para enseñar poco a poco y con paciencia a nuestros niños que van a ir  un lugar a presenciar algo bellísimo pero que requiere ciertas reglas de empatía para no molestar a otros, el niño no lo aprenderá por sí mismo, y de nuevo no estoy diciendo que dejemos de llevar a los infantes al teatro, a la danza o a la música, al contrario, digo que vayan más y más pero bajo la condición que desde casa sus familias hayan hecho su parte y les expliquen la importancia de estar callados, de respetar el espacio de otros, de prestar atención a la gente en un escenario, bien lo dijo la maestra Lucía Molina en el debate por la presidencia de Matehuala el día 8 de junio “la cultura va de la mano con la educación” no podemos solamente enfocarnos en gestionar espacios, o destinar recurso a este rubro, si las personas no entienden lo que ven, no lo podrán disfrutar y mucho menos podrán crear.

Pero dejando de lado todo lo que nos falta al pueblo de Matehuala respecto a urbanidades y apreciación cultural, vemos que el mismo festival es una repetición de sí mismo, y lo repito, el problema no son las compañías artísticas, es más bien que el comité de organización ha caído en la conformidad, en la fórmula simple que da resultados buenos a secas, pero vamos, concluyo opinando esto; el día en que los matehualenses seamos un pueblo educado (no me refiero tan solo a la escolaridad) ese día exigiremos, crearemos y fomentaremos las artes, si no es así, seguiremos como espectadores de algo que no alcanzamos a comprender pero que “nunca nos lo perdemos por que dicen que está bonito”. Quiero que llegue el Festival del Desierto en el que en la apertura se presente un grupo de matehualenses cuya propuesta fue la elegida como mejor en un grupo competido de artistas de talla internacional y que antes de empezar su presentación, todos silenciemos nuestros celulares y le expliquemos tanto a grandes y chicos porqué es importante conocer y disfrutar estos eventos.

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