50 cosas que no olvido de mi niñez en Matehuala
Por Liz Mireles
Niñez. Período de la vida, en teoría ingenuo, que se caracteriza por el temor de parecerse a lo que los viejos –es decir, todos– creen que uno es.
Aula. Jaula sin rejas. Lugar donde el niño pierde su magia, el adolescente sus ímpetus y el adulto su tiempo.
Xavier Velasco
1. Compartir la habitación con mi hermana.
2. Probarnos los vestidos de mi madre.
3. Levantarme tarde en vacaciones.
4. Juntar estampas para los álbumes.
5. Intercambiar las estampas repetidas.
6. Los veranos y navidades con mis primos xalapeños.
7. El momento de abrir los regalos en navidad.
8. El sabor y el olor del guiso favorito que me hacía mi madre.
9. El color del uniforme de primaria.
10. La primera vez que viajé sola.
11. El intento de mi papá para hacerme reír una vez que enfermé mucho.
12. Los viajes en familia.
13. El nacimiento de mi hermana Elvia.
14. Ir peinada de trenzas al colegio (no me gustaba).
15. La cicatriz en mi frente que aun tengo.
16. Las monjas del colegio con su cabello tan corto.
17. El primer perro que tuve.
18. La muerte de mi abuelo paterno (Papá Panchito).
19. A mi abuelo Perfecto en su bicicleta.
20. Haber querido siempre ir al programa de Chabelo.
21. Ser el orgullo académico de mis padres.
22. Aprender a nadar porque estuve a punto de ahogarme en una alberca en Aramberri.
23. Un viaje en tren.
24. El grupo de amigas aprendiendo las coreografías de Flans.
25. La caída de mis dientes.
26. Mis piernas flacas.
27. Los desfiles del 20 de noviembre.
28. Los honores a la bandera.
29. Hablar por teléfono.
30. Un sombrero que me compró mi madre y me gustaba ponérmelo para toda ocasión.
31. La azotea de mi casa.
32. Brincar en las camas.
33. Pelearme con mi hermana Heidy.
34. Las clases de gimnasia.
35. Cuidar la tienda y el videoclub de mis papás. 3
6. Cómo aprendí a andar en bicicleta.
37. Ir los domingos a Vanegas.
38. Que mi madre me pusiera a recitar ¡no lo soportaba!
39. El bigote de mi papá.
40. La monja rebelde de cuarto grado que rizaba su cabello.
41. Mis fiestas de cumpleaños.
42. La cara de fuchi con la que salía en las fotos.
43. Jugar a las muñecas, armar toda una historia con verosimilitud.
44. Que me llamaran Lizita.
45. Ir de compras con mi madre.
46. Escuchar Kalimán junto con la señora que trabajaba en mi casa cerca de la hora de la comida.
47. Comprar calcomanías y pegarlas en las libretas.
48. Dormirme con mis papás de vez en cuando.
49. Los sermones de mis tías.
50. Mi padre aún nos dice “niñas” a todas mis hermanas y a mi, probablemente para él no dejamos de serlo.
¿Y tú, qué cosa no olvidas de tu niñez?