¿Y si cambiamos de lugar el nuevo parque Tangamánga señor presidente?
Por: Ing. José Ismael Leyva Nava
Hace unos días se anunció la visita de nuestro presidente municipal a los terrenos que albergaran el nuevo parque Tangamánga, uno de los proyectos con los que se comprometió incluso en el cierre de su campaña.
El proyecto de contar con un parque similar al Tangamánga es un excelente proyecto, incluso es la tendencia mundial el invertir en infraestructura de este tipo, ya que además de los beneficios a la población en salud y esparcimiento, económicamente se puede regresar la inversión del mismo incluso en un mediano plazo, una vez concluido el proyecto; además de considerar otras factores que benefician a la población en el sector Turístico.
Hasta ahí bien, considerando el proyecto como tal. ¿Pero su ubicación? Propongo lo siguiente:
Construir el nuevo parque Tangamanga de Matehuala en el terreno denominado el Grasero. Ya sé que inmediatamente pensaran que es una propuesta que choca con lo expuesto al problema de contaminación del suelo en esa zona, y que se contrapone con los ideales de lo que debe de ser un parque público, en ambientes completamente benéficos a la salud de usuario; por lo que expongo detalladamente mi propuesta para la solución de no uno, si no varios problemas que actualmente enfrentamos en el desarrollo urbano de nuestra ciudad.
La propuesta que si bien, no resultaría en beneficio inmediato; si resolvería tres problemas fundamentales que se tienen en Matehuala. El primero es la eliminación de un foco de contaminación, el segundo dar certeza jurídica a los inmuebles municipales en uso y tercero mejorar la localización de un parque que por el momento se encuentra lejos de la mancha urbana.
La tendencia mundial es invertir en parques, ejemplos recientes han demostrado que es una de las mejores inversiones económicas y sociales actualmente.
Matehuala se encuentra en una situación muy similar a la que se encontraba la ciudad de Chicago hace algunos años. Los planes urbanos de la ciudad no se desarrollaban adecuadamente ya que existía un terreno que era propiedad de una empresa ferroviaria. (Caso idéntico al terreno del grasero en Matehuala), por lo que las autoridades locales iniciaron fuertemente una serie de gestiones con la empresa para que cediera el terreno (La expropiación fue una opción que no fue necesaria) a la ciudad de Chicago para la construcción de un parque al que posteriormente llamarían Millenium y que en pocos años se volvió uno de los más visitados del mundo.
Ahí le van los números más importantes del parque Millenium y porque ha sido una de las mejores inversiones del mundo y ahora se quiere copiar el modelo en muchos países.
El Parque Millenium se logró con una inversión inicial de cerca de 21 millones de dólares (mdd), que se tradujo en un espacio gratuito que suma al año 5 millones de visitantes que asisten a 60 conciertos, así como a otras actividades recreativas, los cuales logran un impacto económico de 1,200 mdd anuales, solo en la ciudad de Chicago.
Ahora bien, Chicago es la tercer ciudad más poblada de E.U. y no hay punto de comparación con la población y la cantidad de habitantes en Matehuala, lo que es muy cierto; pero imitar un modelo exitoso y adaptarlo a las necesidades y proporciones adecuadas en nuestra ciudad seria tener una visión a futuro de nuestra infraestructura urbana de gran impacto. El correcto desarrollo urbano de una ciudad también debe de hacerse a largo plazo y sus planes deben de sobrepasar las administraciones de tres años. Los políticos de ahora prefieren hacer obras pequeñas pero que generen una precepción inmediata de que se está haciendo y entregando obra, aunque muchas de las veces su promedio de vida útil, es superado rápidamente por el crecimiento y la necesidades de población y se tienen que generar nuevas unidades de infraestructura o ampliaciones por no saber proyectar adecuadamente.
Pero esto requiere de una buena madurez del mandatario en turno, ya que significaría o arrancar, o darle continuidad o concluir proyectos de mandatarios anteriores o posteriores ; llevar a buen fin proyectos a 10 o 12 años, (sin importar el color del partido en turno) pero que a la larga generaría beneficios mucho mayores que los que se pudieran obtener solo en tres años.
El Parque Millenium tiene una extensión de 10 Ha; el terreno denominado el grasero cuenta con casi 22 Ha , más del doble de lo que se tiene para hacer una parque eficiente y con reservas territoriales en función de la población.
Ahora ¿Qué hacer con la contaminación que existe en el lugar? Este sería el proceso más tardado, ya que requiere, primero, la extracción de la escoria de la fundición y su debida canalización, para después proceder con la remediación de los suelos según la normas de la Semarnat y que algunas veces consiste en la plantación de especies que absorban los metales pesados como el arsénico, proceso que implicaría alrededor de 3 años. Simplemente en la extracción del material abundado serian alrededor de 143, 000 m3, los que se tendrían que mover de ahí. ¿Campaña enorme?, sí, pero vale la pena, ahora le explico porque:
1.- Se eliminaría un problema latente y comprobado de un foco de contaminación enorme dentro de la mancha urbana, que es ya, un problema de salud.
2.- La ubicación del terreno reduciría enormemente los costos de los caminos de acceso que se tendrían que hacer en Santa Ana, como lo es la infraestructura eléctrica, telefónica, redes sanitarias y de agua potable, ya que el terreno del grasero tiene todo lo anterior a pie de banqueta. Con el ahorro en esos rubros se podría pagar la extracción del material, además de contar con un acceso rapidísimo hacia el lugar, por Av. Roble, Lerdo de Tejada o la calle de Hidalgo, por lo que lo más importante, sería que estaría cerca de la gente.
3.- La gestión del terreno beneficiaria a la ciudad, ya que se tendría la certeza jurídica, tanto del terreno, como de los inmuebles que resguardan las sedes del CRI, Museo, y Centro Cultural ya que necesariamente entrarían con la gestión que se hiciera del terreno del Grasero.
4.- De proyectarse adecuadamente y con parte de inversión privada, se tendría una derrama en la ciudad; contemplando no solo áreas de esparcimiento y deportivas, sino culturales y de eventos masivos, ejemplos de ello en lo local son el Domo que está en la FENAPO en San Luis Potosí, donde a lo largo del año se hacen eventos y conciertos que atraen al turismo nacional y otro es el museo de Laberinto de la Ciencias que es un icono turístico en la ciudad.
5.- Se tendría una reserva territorial para construir a futuro la unidad administrativa municipal, descentralizando los servicios municipales del lugar actual, integrando también el ramo (tendencia también mundial) y teniendo un espacio dentro del primer perímetro histórico que nos marca el INAH( actual presidencia municipal) para la construcción del primer museo regional, proyectado en el plan de desarrollo urbano desde hace más de diez años.
6.- Se tendría el control sobre las zonas de amortiguamiento en caso de incendio en Pemex y se podría re-ubicar dentro del complejo al CRI. Ya que el 90% de su superficie se encuentra en la zona de riesgo de la planta de almacenamiento de PEMEX , ya que los dos inmuebles no deben de seguir colindando entre ellos.
7.- Se podría generar un corredor turístico en época de feria, ya que fácilmente se enlazaría FEREMA con el parque y con las instalaciones para eventos culturales o masivos.
Si bien el proyecto abarcaría más de tres administraciones, el beneficio seria permanente para la ciudad y para futuras generaciones. Debemos ya de proyectar en grande, de dejar de pensar en proyectos pequeños y a tres años; solo así haríamos diferencia del resto de los municipios con poblaciones similares a Matehuala. Es una oportunidad para darle solución a un problema de contaminación y salud que se acrecentó con el paso del tiempo, y de acercar a la población un proyecto a gran escala y con un desarrollo real y sustentable para los matehualenses; por lo que bajo esos argumentos planteo nuevamente mi pregunta; ¿Y si cambiamos el nuevo Parque Tangamanga de Matehuala señor presidente?
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Ing. José Ismael Leyva Nava. Egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Ingeniero civil con estudios de posgrado en el área de Ingeniería Urbana. Catedrático a nivel superior. Fundador y actualmente secretario del Colegio de Ingenieros Civiles de Matehuala. Participa activamente en Organizaciones Ciudadanas No gubernamentales en favor de la Transparencia, el cuidado del medio ambiente y el fomento a la lectura. Escritor de libros de cuentos y Premio municipal de periodismo 2016 en la modalidad de Artículo de Opinión. Director General del Diario Digital Arco Informativo.
