Conmemoremos, no festejemos el día de la libertad de expresión
Por José Ismael Leyva Nava
El derecho a expresar libremente las ideas viene escrito en nuestra carta magna y en las constituciones de cualquier país que se considere democrático.
México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. Según la FEADLE (Fiscalía para delitos cometidos contra la libertad de expresión) en solo 6 años se registraron 798 denuncias de agresiones contra periodistas, 47 de esas denuncias fueron por asesinato y solo tres de ellas tienen sentencia condenatoria, o sea que el 99.7% de las denuncias no reciben sentencia alguna. La agresión que más se comente es la amenaza al periodista, seguido del abuso de autoridad, lesiones y lamentablemente dentro de las primeras cuatro, homicidio.
Cada 16 días se registra algún tipo de agresión contra un periodista en México. San Luis Potosí es todavía un estado con pocos índices de agresiones contra comunicadores , ya que en los últimos seis años no se han registrado ningún homicidio, sin embargo, ha habido 2 casos de personas que ejercen el periodismo desaparecidos y 7 averiguaciones previas de las que no se tienen sentencias de ningún tipo.
Incluso colaboradores dentro de este medio local ya han recibido intimidaciones de servidores públicos. Si bien los números de la entidad y la región no son altos, considerando los demás Estados, también los periodistas locales reciben agresiones de este tipo.
No debemos de festejar, debemos de conmemorar, porque eso significa darle memoria a la sociedad, de que quien ejerce el periodismo, lo hace a pesar de estar en el país más peligroso del mundo para hacerlo y recordarle que es una herramienta indispensable de la misma para mantener sus derechos y buscar la justicia donde no la hay.
Por eso ni un periodista más asesinado, amenazado, lesionado, allanado en su hogar o trabajo, privado de la libertad o agredido de cualquier forma.