De clausura, política y buena música
Por José Ismael Leyva
A la Clausura del XIX Festival del Desierto se le pudo ver múltiples aristas, ya que convergieron en el lugar el poder, la política y gracias a Dios también la buena música.
El primer mandatario estatal realizo su viaje en helicóptero a Villa de la Paz, específicamente al estadio de Béisbol Francisco Zarate; Lugar donde se realizó la clausura del Festival del Desierto. La cita era las 20:00 hrs; quince minutos después se pudo ver desde el estadio el helicóptero que trasladaba a Juan Manuel Carreras , pensando todos, que como visita oficial a un evento creado a través de la iniciativa privada con aportaciones de algunos municipios, pero como él lo declaro venia como un espectador más.
El hecho incomodo, se la llevo el empresario Tato Cerrillo, al presentar a quienes lo acompañaban a dar el mensaje de la clausura, específicamente cuando le toco presentar al alcalde de Villa de la Paz, diciendo abiertamente y frente a las cientos de personas “Que no daba nada para realizar el festival, que no había dinero, pero bueno ahí está.” Aunque al finalizar el evento, el propio alcalde de Villa de la Paz comprometió frente al mismo número de gentes al empresario para que se comprometiera con traer al grupo Syncronicity (para el alcalde ilegible su nombre) que se presentó esa noche, cobrándole así la factura de haberlo avergonzado al inicio de la clausura.
Ya una vez sentados todos los asistentes, empresarios y políticos, el evento dio inicio, la banda era un hibrido compuesta por una banda de rock y una sinfónica de San Luis Potosí, dirigida por Omar Sánchez, que esa noche vestía un formal frac que le contrastaba con un par de tenis converse rojos, lo mejor de dos mundos distintos.
Un conjunto de chicos de la puesta en escena “El Rey León”, llego en grupo para ver la clausura e inmediatamente ocuparon el frente del escenario, lo que causo incomodidad a los mandatarios y a los empresarios que estaban en primera fila y después de un momento fueron retirados, pero como usted sabe, el espíritu de la igualdad vive en todos los músicos y los que aman la música aunque no la interpreten, y el vocalista de Syincronicity pidió que los asistentes volvieran a llenar ese espacio, y ahora no hubo quien se animara a quitar a las personas que en ese momento le dieron las espaldas a la primera fila, obligándola a ponerse de pie mientras intentaba poner algo de ritmo a unos pasos tímidos y acartonados, era contrastante ver un público bailando al frente ,y atrás de él, un público apenas participativo, cuidando las formas o la forma como debe de percibirse un político ante las sociedad, cosa que desde luego no importo a quienes estaba presentes por la magnífica mezcla de una orquesta sinfónica y un bajo, un teclado, una guitarra eléctrica y un saxofón que llevo a lo sublime la interpretación de Careless whisper de George Michael.
El concierto de la banda fue totalmente excelente, con un play list perfectamente seleccionado para el que disfruta la música de los ochenta. Se tocaron grandes éxitos como Billie Jean de Michael Jackson, She’s got the look y It must have been love de Roxette , que nos recordó la película de Mujer bonita, o que tal Take my breath away de Berlin, que también nos recordó la clasica película de Top Gun o que tal Time after time de Cindy Lauper, o Africa de Toto o la magnífica banda de The Police con su éxito de Every breath you take, o Chicago , o Madonna ; cualquiera que vivió en esos años identificara fácilmente estos títulos.
Gran cierre de la clausura, gran idea la de presentar una banda de rock con una sinfónica del Estado y tres vocalistas que sabían lo que hacían en el escenario; no le pidieron nada a los extranjeros que en otras ediciones cerraban también de gran manera el festival.
Mi reconocimiento a quien por diez y nueve años ha acercado la cultura a la región; algo tan necesario para cambiar la percepción de la vida en el país y en nuestra ciudad y para alimentarnos el espíritu; si este festival fue bueno esperamos que la edición XX nos deslumbre.
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