Felices quince Rubí (a pesar de los políticos)
Por: José Ismael Leyva
Lo que comenzó como la publicación de una familia invitando en general a la población de su comunidad la Joya, hoy en día ha causado un revuelo de carácter nacional e internacional.
El peso específico que ahora tienen las redes sociales y los medios digitales, hoy en día es enorme, prueba de ello son los quince años de Rubí. Ya de todos es conocida la historia de como el video a la invitación de sus quince se convirtió en un fenómeno viral a través de las redes, hecho que innumerables veces han abordado muchísimos medios y personas, pero que ya tiene múltiples aristas que han surgido con este evento.
Ya lo decía nuestro galardonado Nobel Octavio Paz: ” El solitario mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas. Todo es ocasión para reunirse. Cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar con festejos y ceremonias hombres y acontecimientos.”
Y cuánta razón tenía, y nadie como él para describirnos en nuestra profunda soledad. Los XV años de Rubí es la manifestación de la gente que tiene que buscar el festejo en medio de la insoportable realidad del mexicano, en medio de lo terrible que es andar por este suelo donde la violencia, la corrupción y la pobreza se han enquistado en él, como un mal ya de mucho tiempo.
Valido festejar a una chica que su familia mostro desde un principio la generosidad de compartir con quien se presente a su humilde casa a festejar a su hija, sin importar quien sea. Ese simple acto género en los mexicanos una empatía enorme de ver en esa familia a un grupo de personas que son de los que más dan y menos tienen. He ahí la semilla nacida de la solidaridad de la sociedad mexicana que teléfono en mano se encargó de replicar infinidad de veces una fiesta tan común en nuestro México y tan esperado por una chica como cualquiera que cumple sus quince.
Pero ahora que los números se suman hasta llegar a millones a los interesados a participar de esta fiesta, ahora que todos los medios nacionales y muchos extranjeros toman nota de algo exponencial que nos llama la atención a los mexicanos, ahora es cuando; los intereses de la clase política busca el reflector, la foto, el mensaje en los quince años, incluso usando los recursos y medios necesarios de su municipio o Estado para apersonarse ante la familia de la festejada.
Todo eso, sabe que redituará en la simpatía de la mayoría hacia el político que se solidariza ante la humilde chica y su comunidad, todo eso, sabe que formará un capital político quizá para un posible cargo de elección popular a futuro. Y de la nada surgen presidentes municipales externos, diputados, que ahora, si tienen porque volver a la comunidad que solo visitaron en campaña, regidores y regidoras de otros municipios que quieren extender la mano desinteresadamente a quienes esperan un número incierto de visitantes pero que sin duda serán miles. Ahí creo es donde se desvirtúa y pierde el encanto en parte, un evento tan espontaneo y genuino que nació de la empatía de muchos de nosotros.
Tema a parte el empresarial que está adaptando sus campañas de mercadotecnia a la tendencia que las marcan los mexicanos en las redes sociales, como este evento que derroca a cualquiera de tipo político, cultural o de espectáculos, en cuanto a seguidores e interesados
Tema aparte también la muy posible llegada de la tecnología a la comunidad de la señal de telefonía celular que llevaba años buscándola sin éxito y ahora es posible gracias a los navegantes de las redes sociales que viralizarón el lugar donde se tendrá la obligación de trasmitir un evento sin precedentes, desde el punto de vista social, turístico, cultural, político y mercadológico.
Festejemos a Rubí, claro que hay que hacerlo, explotemos como fuegos artificiales en medio de la mayor alegría, es necesario hoy en día, tener un pretexto tan noble como este para enfrentar nuestro hartazgo y realidad recalcitrantes, es necesario para no enloquecer en este medio hostil en donde nos encontramos la mayoría de los mexicanos.
Felices quince Rubi