Caminar tranquilo por las calles de San Luis Potosí.
Por José Ismael Leyva Nava
Las imágenes brutales inundan las redes sociales. Incomprensiblemente (por ética periodística) circula la foto de una mujer, acostada de lado, mostrando la espalda y a la vez las heridas profundas y abiertas de un ataque brutal. Las mismas heridas se producen en la sociedad potosina, calan profundo, duelen, sentimos morirnos un poco y una infinita tristeza se apodera de nosotros e involuntariamente vienen a nuestra mente las mujeres de nuestra familia, de nuestra vida de nuestra sociedad.
La chica que fue atacada en la Col del Morro en San Luis Potosí dista mucho del plano imaginario que Juan Manuel Carreras tiene de “poder caminar tranquilo por las calles“. A ella no la cuidaba el séquito de guaruras que todos le pagamos y seguramente el mandatario nunca ha sentido el pánico que esta mujer debió de haber tenido al momento de ser contenida en un camión sin pasajeros. No, no lo puede sentir. La alerta de género que se dio en diversas ciudades del Estado, solo demuestra que son palabras huecas y sin sentido para las mujeres. Que la hayan declarado no ha cambiado sus costumbres de cuidarse de todas las formas posibles antes de salir a la calle, porque saben que es un ambiente hostil e inseguro para ellas.
La violencia que actualmente existe en el Estado todos la sentimos, o al menos todos los de a pie, la siente el periodista que tiene que dar a conocer a la opinión publica que es perseguido por su trabajo como Omar Niño. La violencia la siente la sociedad al ver colgados cuerpos que nos hace imaginar una historia bárbara y cruel de aquella persona minutos antes de morir, la siente el estudiante en su camión, el trabajador de ida y regreso a su chamba, la siente el matehualense que solo encuentra en el recuerdo una ciudad tranquila y pacifica donde se vivía bien, la sienten las personas que todos los días enfrentan un robo, un despojo, una amenaza, un delito en su persona.
Más valdría guardarse los comentarios fuera de realidad ante una sociedad indignada, enojada e impotente ante la vorágine de violencia que tiene que enfrentar todos los días en este país surrealista. Podrán mostrar cualquier clase de estadística y números donde traten de demostrar la disminución de los delitos en el estado, pero la realidad es que esos mismos números se estrellan y se desmoronan ante hechos contundentes y brutales como los ocurridos en los últimos días. Para los responsables de darnos seguridad, siempre será más digno renunciar ante la falta de capacidad. ¿Acaso no les pasa por la mente hacerlo en estos momentos?
José Ismael Leyva Nava. Egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Ingeniero civil con estudios de posgrado en el área de Ingeniería Urbana. Catedrático a nivel superior. Fundador y actualmente secretario del Colegio de Ingenieros Civiles de Matehuala. Participa activamente en Organizaciones Ciudadanas No gubernamentales en favor de la Transparencia, el cuidado del medio ambiente y el fomento a la lectura. Escritor de libros de cuentos, Premio municipal de periodismo 2016 en la modalidad de Artículo de Opinión y Premio Estatal de Periodismo en la Categoría Articulo de Fondo y opinión. Director General del Diario Digital Arco Informativo.