Efecto AMLO en SLP; recorte de salarios y suprimir plazas de aviadores
Por María Elena Yrízar Arias
Ayer se conmemoró el 145 aniversario del fallecimiento de uno de los personajes políticos más reconocidos y populares de México: Benito Pablo Juárez García, de origen indígena zapoteca del estado de Oaxaca. En 1858 se convirtió en Presidente de México y al año siguiente promulgó la famosa Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos. Logró derrotar la dura oposición de los conservadores en 1860 con la ayuda de Estados Unidos. Pero en 1862 los franceses invadieron México e impusieron como emperador a Maximiliano de Habsburgo.
Entonces Benito Juárez lideró la resistencia desde San Luis Potosí, lugar donde estaba establecida la Presidencia de la República. Sus tropas derrotaron al usurpador y lo fusilaron en 1867 en Querétaro. El mismo año, Juárez fue reelecto como Presidente de la República. En esta nueva etapa Benito Juárez expandió la educación gratuita y laica por todo el país. Juárez fue el protagonista de una de las épocas más importantes del país, en la que México se consolidó como una República y es un personaje al que por sus méritos se le designo como “Benemérito de las Américas”, como reconocimiento que recibió de América Latina, debido a su triunfo en la intervención francesa y la Guerra de Reforma.
Benito Juárez es un símbolo civilista de la defensa de las instituciones de la república, del estado de derecho y soberanía de las naciones. Fue el gran precursor de la paz. Su pensamiento es ampliamente difundido, el más conocido es su proclama “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” El ejemplo de este estadista mexicano ha sido retomado por Andrés Manuel López Obrador, virtual Presidente de la Republica, quien desde su campaña política hizo alusión a la vida y obra de este gran mexicano. Aun siendo Benito Juárez gobernador de su natal Oaxaca, hace 166 años ya señalaba la importancia del derecho a la gestión pública de calidad, y se hiciera un uso responsable de la hacienda pública, para en la congruencia consolidar nuestro régimen democrático.
Del discurso pronunciado el 2 de julio de 1852, cito al entonces gobernador de Oaxaca: “Los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad, no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”. Juárez fue el símbolo civilista de la defensa de las instituciones republicanas, del estado de derecho y soberanía de las naciones.
La propuesta más relevante que hiciera López Obrador en su campaña fue combatir la corrupción de los funcionarios de los gobiernos en todos los niveles. Esa propuesta resultó muy ad hoc, pensada para una situación concreta de un cambio verdadero, ya que coincidió con el pensar de millones de mexicanos que cansados de saber que gobernadores corruptos ganan lo que quieren, algunos robaron a manos llenas y no pasaba nada, deseaban de todo corazón que las cosas cambiaran para el bien de todos, lo que hizo que el pueblo de México optara por cambiar las cosas, manifestando no solo su voluntad, sino todo lo que hay atrás de ella, desde el repudio a los partidos políticos, el enojo por la pobreza en la nación.
En términos prácticos, podemos observar los cambios que se dieron en el comportamiento social, que se manifestó en las urnas el 1 de julio pasado, donde la mayoría que votó lo hizo por Morena y su candidato Andrés Manuel López Obrador, quien recibió votos de militantes de todos los partidos políticos, que desean esa cuarta transformación del país, donde ahora hay nuevas reglas con su propuesta de cincuenta medidas de austeridad y combate a la corrupción.
Las cosas han cambiado, se acabaron los privilegios de los funcionarios públicos, se reducen los salarios, los gastos, los asaltos al presupuesto, los moches y todo tipo de beneficios que estos gozaban. Bueno, hasta suprimir a los aviadores, que cobran y no trabajan, y de esos existen en todos lados, en los municipios de todo el estado. La semana pasada, AMLO tuvo una reunión de trabajo con los actuales gobernadores de los estados, entre ellos concurrió Juan Manuel Carreras López, quien al parecer comprendió claramente las nuevas políticas del virtual presidente, ya que su secretario de Finanzas, José Luis Ugalde Montes, quien dijo claramente y reconoció que, esté de acuerdo o no, tanto él como muchos funcionarios tendrán que reducirse el sueldo. Aclarando que “es una política general y está en la Constitución que nadie puede ganar más que su superior inmediato, y nadie puede ganar más que el presidente de la República”, señaló el funcionario al ser cuestionado sobre el anuncio hecho por el virtual presidente electo, en el sentido de que disminuirá su salario y el de sus funcionarios.Reconoció que seguramente cuando esto se formalice a él también le tocará la reducción. López Obrador ganará como Presidente de la República 109 mil pesos mensuales, 1 millón 308 mil pesos anuales.
En algunos municipios, los nuevos virtuales presidentes municipales igualmente obedecerán la propuesta y ya están investigando la realidad de las finanzas municipales y advirtiendo a los aviadores de los actuales gobiernos que ya vayan pensando retirarse de su privilegio y no exponerse a que se haga público su estatus de corruptos. Así las cosas, no cabe duda que el ejemplo jala duro, que la postura de las nuevas autoridades municipales va en serio. Que los privilegios se acabarán y que las tranzas de los actuales funcionarios serán auditadas con lupa.
La muestra de ello es que, por ejemplo en la capital, Xavier Nava Palacios tiene un equipo de 50 profesionales para llevar a cabo la entrega-recepción de la administración pública potosina. En los demás municipios se hará lo mismo, así que todavía tienen tiempo de sacar sus facturas falsas con que algunos presidentes pretenden acreditar el pago de dinero que en realidad está en sus cuentas bancarias personales. Para muestra de ello tenemos que Interapas factura por más de un millón de pesos a favor de Paloma Martínez Hurtado, quien es aviadora de la capital con un salario de 17 mil pesos mensuales y propietaria de Hurtado Construcciones Hidráulicas SA de CV, una empresa de reciente creación. De que las cosas cambiarán, eso se está viendo.
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