El cenit
Por: Raúl Axel Mayorga Molina*
Ya está muriendo el mes de agosto y con septiembre dan inicio muchos cambios: el mes entrante marca el comienzo del año electoral en el país, donde se renuevan las cámaras del Congreso de la Unión, gubernaturas, ayuntamientos y congresos locales y, especialmente, puesto el foco sobre ella, está la elección presidencial del 1 de julio de 2018.
En el primer lugar, desde hace mucho tiempo, continúa López Obrador, quien puede que tras doce años aspirando para el puesto, ahora sí llegue a la Primer Magistratura; o quizás no, ya hemos visto cómo ha perdido en 2006 (en cuestionados comicios) y 2012. 2018 puede que sea la ocasión en que se vuelva presidente, empero, fuera de dogmas y mitos, ¿su presidencia podría resolver las difíciles circunstancias de la patria? No lo sé, no podemos más que especular.
Ahora bien, en el PRI siguen por definir la candidatura sin que se vea claramente quien será el ungido por el dedo presidencial; no tomemos en cuenta lo que las bases o encuestas digan, sabemos que será Peña Nieto, al estilo de la vieja “Presidencia Imperial” (Krauze dixit), quien tiene la última palabra sobre su posible sucesor.
En el PAN la guerra está declarada: Anaya, Moreno Ovalle, Zavala y otros pre-precandidatos satélites añoran ser los elegidos para la candidatura blanquiazul. Sin embargo, ninguno de los bandos está dispuesto a ceder y ante esto, el partido fundado por Manuel Gómez Morín y Luis Calderón Vega (padre del expresidente Felipe Calderón), puede que se desgarre y se aleje, definitivamente, de la posibilidad de arrebatarle la Presidencia de la República al PRI o a MORENA.
Mientras, en el otrora gran partido de izquierda mexicano, el PRD, todo pinta para que el todavía Jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera (quien ya anunció que dejará el cargo el 17 de septiembre) sea el abanderado del sol azteca, quizás en una fórmula que pudiese unir a partidos de derecha e izquierda con el sólo de propósito de desbancar al tricolor y hacer a un lado a el Peje.
Así, entonces, el panorama electoral nacional a grandes rasgos. Semanas más, semanas menos, las siguientes serán de definiciones, de rompimientos y alianzas. Las de 2018 serán las elecciones más caras de la historia de México hasta el momento y aunque el ejercicio del voto está consagrado en la Constitución y es un deber de la gente ir a votar, muy posiblemente la cansada ciudadanía prefiera no ejercer ese derecho, porque sencillamente la clase política no ha resuelto nada y, al contrario, perpetúa entre la población la idea de que la función pública es un oneroso negocio para unos cuantos y al que se llega a usar el erario como si de recursos propios se tratara. Por eso, iniciativas como la de “Sin voto no hay dinero” del diputado independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto, son celebradas en público por los institutos políticos pero bloqueadas en el seno de los poderes legislativos estatales y federal. De seguir así, aunque se renueven los puestos, los políticos seguirán perdiendo credibilidad y las instituciones confianza.
Cambiando de tema y yendo a temas del ámbito local, algunas fuentes me han compartido sus impresiones respecto a la elección de presidente municipal en Matehuala. Concretamente, me han pintado el siguiente escenario: Pablo Loredo, por Morena; Alejandro “Jano” Segovia, por el PRI; y Gabriel Medellín por el PAN. La posibilidad de esta triada (personajes a los que tengo el gusto de haber conocido o tratado en persona) me parece que haría unas apretadas elecciones en suelo matehualense. Sin lugar a dudas, hay que esperar que los partidos definan sus tiempos y veamos quienes serán los que se lancen al ruedo. De antemano estimo que, si así serán las fórmulas, no podría decir quien con seguridad tiene ventaja, sería cuestión de esperar a que se desarrollen las campañas…
Y hablando de sucesiones, yéndome a asuntos universitarios, en octubre se prepara la salida por jubilación del director del Campus de la UASLP en Matehuala, el Ing. Julián Espinosa, quien luego de muchos años en la universidad (primero en la Preparatoria y después en la COARA) finaliza su carrera como la Máxima Casa de Estudios de la entidad. Claro que su gestión como director del campus no ha sido impoluta y ha tenido algunos señalamientos al interior de esa institución que han llegado a la opinión pública, más, tras muchos años, el ingeniero ahora sigue con otra etapa de su vida. Me dicen algunas personas, alumnos y exalumnos, que son tres los personajes que se perfilan para sucederlo de forma interina de aquí a que sea seleccionado el siguiente director para un periodo de tres años. Se habla de los doctores Elsa Cervantes, Víctor Ovando y Francisco Martínez, catedráticos fundadores de la Coordinación. Habrá que ver cuál es la determinación de las autoridades universitarias.
Por cierto, como dije al principio, 2018 no sólo será un año electoral para renovar a los representantes populares: en la UASLP se vienen las elecciones de consejeros estudiantiles y aquí a nivel local tenemos que los grupos de la Federación de Universitarios Potosinos (FUP), identificados como UAM, PUM y FAU se alistan para obtener la primera consejería de la Coordinación Académica Región Altiplano y la de la Escuela Preparatoria de Matehuala. Esperemos que esta vez no haya guerra sucia entre los estudiantes, pues eso no es propio de la democracia, y que los partidos políticos (concretamente el PRI) no metan sus manos en los asuntos internos de los universitarios. Aunque tratándose de la FUP y la UASLP, sabemos que ambos son feudos priístas; por lo tanto, nada está asegurado.
–
Muchas gracias por leer y compartir esta columna. Espero sus comentarios, ¡hasta la próxima!
*Estudiante de Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM. Trabajador de la Educación. Activista, poeta y catlover.