EL CENIT
Por: Raúl Axel Mayorga Molina
Maquiavelo en el desierto
Una obra que muchos entienden imprescindible para ejercer el poder es El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, la cual dedicó a Lorenzo de Medici y por la que es sumamente conocido este autor florentino. Independientemente de las lecturas que puedan dársele en cada época y contexto, pues el ciudadano, el político y el académico de ayer, hoy y mañana muy posiblemente aprenderán de él cosas distintas, El Príncipe nos puede auxiliar para comprender cuestiones que hoy tal como hace cinco siglos siguen ocurriendo. La gente no cambia, por lo visto.
Primeramente, la política para Maquiavelo es el arte de conquistar el poder, de hacerse con él, de ejercerlo; ergo, la política es la herramienta del príncipe, para realizar sus planes y claro, todo es cosa de poder con el que cuenta el príncipe. Antiguamente, ese poder se respaldaba en ejércitos, pero hoy en la democracia, el poder pertenece al pueblo y es el político quien lo ejerce, como depositario de la voluntad popular expresada en el voto.
Maquiavelo expresa que aquel príncipe que aspire a conservar el poder debe comprender bien que no le es posible observar, en todo, lo que hace mirar como virtuosos a los hombres, supuesto que a menudo para conservar el orden de un Estado, está en la precisión de obrar contra las virtudes de la humanidad.
Así, deseo contextualizar un poco la obra cumbre de Maquiavelo (aunque en lo personal prefiero Los discursos de la primera década de Tito Livio) para recomendarla a los nuevos gobernantes. En especial al alcalde electo, pues la función de Presidente Municipal, si bien relacionada con la Legislativa en el Congreso local, trata de satisfacer las necesidades de los gobernados sin perder la cabeza… algo que ocurría, literalmente, en la antigüedad. Por ello, acercar la obra de este diplomático renacentista a quien encabezará el Ayuntamiento de este municipio.
Como habitante de este “principado”, sugiero a Alejandro Segovia que no se rodeé de zalameros, pues pueden nublar su juicio respecto a su gobierno. Personas que le pinten todo el tiempo el panorama de color de rosa y no quieran, por temor o por quedar bien, señalarle sus errores no convienen, a su administración ni a él mismo, pues lo alejarán de lo que ocurre en realidad. En El Príncipe aparece esta premisa: “No hay manera de evitar la adulación que hace entender a los hombres que no existe ofensa al decir la verdad; y resulta que, cuando todos pueden decir la verdad, faltan al respeto. Por lo tanto, un príncipe prudente debe preferir una tercera vía: rodearse de los hombres de buen juicio”.
Asimismo, que procure no hacer lo que hicieron otros expresidentes que, al asumir el poder, se alejaron del pueblo que los llevó al poder. Sobre esto, Maquiavelo señala: “Uno que se convierta en príncipe mediante el favor del pueblo, debe conservarlo como aliado: lo cual le es fácil, porque el pueblo sólo le pide no ser oprimido”. Aquí ya no es ser oprimido, sino ignorado en las muchas necesidades que tienen las y los matehualense, muy en especial los más desposeídos.
También, otro consejo: “El príncipe, cuando es querido por el pueblo, debe cuidarse poco de las conspiraciones; pero cuando tiene enemigos y es aborrecido, debe cuidarse de todo y de todos”. No sé quiénes sean sus enemigos, pero sí los que dicen ser sus amigos y en verdad no lo son.
Y, finalmente, esta última cita, pues los pasos que habrá que dar para cambiar las cosas de su estado actual requerirán sacrificios y quizás no quede bien parado, más es de esperar tal cosa. Dice Maquiavelo: “Es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse”.
Esperemos y que Jano Segovia tenga ánimos de leer o al menos conversar sobre esta obra, que opino le ayudará a reforzar lo que ya sabe de la función pública, pues la preocupación de muchos sectores sobre el siguiente gobierno es real. Ojalá también resulte infundada.
—
Raúl Axel Mayorga Molina (San Luis Potosí, S.L.P., 1990) es estudiante de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México en la modalidad a distancia.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición oficial de este medio.