EL CENIT
Por: Raúl Axel Mayorga Molina
Alternancia y músculo político
La semana pasada Matehuala vivió su tercera alternancia en la Presidencia Municipal. Esto ocurre al igual que con la Presidencia de la República, a la que llegará en diciembre el segundo presidente no panista ni priista. Aquí tal cosa ocurre, pero de un personaje emanado del Partido Verde, aunque vinculado fuertemente al PRI hasta finales del año pasado. No olvidemos que Alejandro Segovia, Jano, tuvo ahí sus raíces como actor político: su hermano, su sobrina, exalcalde y diputado local, y aspirante a candidata por el tricolor, respectivamente.
En la toma de posesión de Jano Segovia lo que privó fue un aire más festivo, a comparación de cuando tres años antes su antecesor juró el cargo. Al respecto, se vio a Everardo Nava sonriendo, aunque en ocasiones su gestó cambiaba por uno adusto y de incomodidad de estar sentado al lado del otrora cajero (como él mismo se ha denominado). No causó sorpresa, o no demasiada, que viniera el gobernador Carreras a este evento y su asistencia debe leerse entre líneas.
Primero, Juan Manuel Carreras cobijó a Pepe Nava y al priismo matehualense al hacer acto de presencia. “No los he abandonado”, parecería haber querido transmitir y es que ahora que el PRI va a la deriva, los gobernadores serán los hombres fuertes de ese partido en los estados. Olvídense de Claudia Ruiz o cualquier otro funcionario partidista, el doctor Carreras dirigirá a su partido de cara al próximo proceso electoral, que esperará no perder en favor del PAN o de MORENA.
Segundo, Carreras López vino para reafirmar su posición y autoridad. “No me importa que este sujeto me haya faltado el respeto, como quiera yo estoy por encima de él”, parecía indicar. En su alocución, el gobernador se dijo dispuesto a trabajar con Segovia por el bienestar de Matehuala y su gente y es natural tal cosa, siendo todavía el municipio del olvidado Altiplano Potosino. Así, Juan Manuel Carreras se impone en el imaginario matehualense como indicando que es muy justo y pone por encima de su orgullo a la ciudadanía y que está dispuesto a olvidar. Borrón y cuenta nueva, le dicen.
Tercero, otro gesto que no debe pasar desapercibido es que el titular del Ejecutivo estatal llego acompañado de Sonia Mendoza, diputada presidenta del Congreso del Estado, y del Magistrado Juan Paulo Almazán Cue, presidente del Supremo Tribunal de Justicia y del Consejo de la Judicatura de San Luis Potosí. Así, Carreras también manda un mensaje, muestra músculo, como queriendo que Segovia y, en general, todos los demás se den cuenta: él es el mandamás y tiene por debajo a los poderes Legislativo y Judicial y, por extensión, también los Ayuntamientos.
Ahora bien, así comenzó la andadura de esta nueva administración, con un compromiso, quizás por demás reiterado del nuevo munícipe, de trabajar. Y créanme que Matehuala le ha tomado la palabra.
AMLO: “Fifí o no, esa es la cuestión”
Harto criticado ha sido el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, por haber acudido a la boda de César Yáñez con una empresaria poblana. Precisamente, en la H. Puebla de Zaragoza se llevó a cabo el fastuoso enlace y se critica que AMLO y su equipo hayan organizado o asistido a tal, habiendo pregonado un discurso de austeridad.
Ciertamente, los críticos han dejado de lado que López Obrador no es el contrayente y que tal gasto no fue hecho con dinero del erario (de ahí que señale que la novia es una mujer adinerada). Sin embargo, las críticas versan sobre la doble moral de El Peje de ir a un evento así de elegante y dispendioso, fifí en la jerga del tabasqueño y que luego hable de la cercanía que debe haber con los más desposeídos y que los gastos onerosos serán cosa del pasado en la cuarta transformación. Empieza mal esta última para unos y para otros es sólo grilla barata de los opositores al gobierno que encabezará AMLO. ¿Usted qué opina?
El ruido y el espacio público
Quienes me conocen saben que me gusta más el silencio que el ruido, aunque para fiestas o eventos multitudinarios no le hago el feo. Empero, para pasar mi tiempo libre o para estudiar, preciso de no tener sonidos muy fuertes a mi alrededor. Pero parece que mis vecinos no opinan igual.
Unos cuantos vecinos suelen poner música a muy alto volumen, en las tardes y en fines de semana. Independientemente del género musical, creo que la invasión del espacio público que hacen con tal contaminación sonora es injusta porque yo no hago tal cosa jamás, se me hace de mal gusto. Hay quienes aluden que están en su derecho, al no hacerlo desde la vía pública sino desde sus propiedades y yo no lo discuto, al interior de sus casas pueden hacer lo que les plazca, pero otra cosa es cuando el sonido llega hasta el espacio común que es la calle. Ello es falto de educación y demuestra que no hay consideración para con los demás. Se violenta el derecho que tenemos al espacio público quienes como yo no compartimos escuchar música con tantos decibeles.
Ciertamente, me dirán algunas personas que hay soluciones, desde el diálogo hasta los tribunales, pero la cuestión es poner de relieve una situación que no es única y que muchas más personas padecen. Ojalá estos mecanismos, aún no puestos en acción, sean la solución, aunque como bien se sabe, los viejos y malos hábitos son difíciles de quitar.
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Raúl Axel Mayorga Molina (San Luis Potosí, S.L.P., 1990) es estudiante de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México en la modalidad a distancia. Contacto: mayorga@politicas.unam.mx.
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