Por Abelardo Medellín Pérez.
Tantos problemas se le han acumulado a la cuarta transformación, que un Rincón sería insuficiente para enunciar todo aquello con lo que Morena le ha quedado a deber a sus 30 millones de votantes; y si en este espacio hemos dejado pasar por alto dos o tres sucesos importantes del gobierno federal, es por eso: porque son situaciones federales. No somos indolentes, más bien, somos demasiado locales, de Plaza de Armas y el Santa Fe, de el Pueblo y los Yukis de Doña Vero, por eso, cuando algo comienza a fallar cerca de nuestro Matehuala, es cuando nos preocupa.
Por eso declaramos inaugurado este Rincón del Mago con una tragicomedia que merma la cuarta transformación de a poquito.
LA OBRA TRÁGICA:
Primer acto: el Comité Ejecutivo Estatal de Morena en el estado de SLP, anuncia este viernes 11 de octubre que el domingo 13 del mismo mes, se celebrarán los comicios para seleccionar a las 70 consejeras y consejeros que representarán a todos los militantes del partido en la renovación de dirigencia nacional el 20 de noviembre.
Segundo acto: el presidente del comité ejecutivo estatal de Morena, Sergio Serrano Soriano, dice que las elecciones de consejeros y consejeras no deberían realizarse puesto que había “inconsistencias con el padrón de militantes. Mientras el presidente de Morena en SLP opinaba esto, Elí César Cervantes Rojas, Secretario de Organización de Morena en el estado, decía que nel’, que, así como estaba el padrón estaba bien para las votaciones internas, también dijo que hasta la fecha no lo había visto y no le constaba si estaba completo, pero que así le iban a seguir.
Tercer acto: el pasado domingo 13 de octubre, se celebran las elecciones internas de Morena en el estado y pues… adivinen, igualito que la Morena a nivel nacional: desorganizado, con gente molesta y con militantes de Morena arrepintiéndose de haber votado.
…porque cientos de militantes ni siquiera pudieron votar, esto en vista de que a las once de la mañana del domingo los organizadores de esta elección interna cerraron el registro y ya ni siquiera dejaron entrar a los que sí lograron registrarse para votar.
Ah, porque les dieron a los militantes tan solo un fin de semana para registrarse en la plataforma vía internet, y, de acuerdo con el secretario de organización, esto tampoco era una garantía de que pudieran participar en la votación, pues existían varías irregularidades en el sistema, como “fallos de los capturistas”, así que ni escribir tu nombre bien era garantía de que pudieras registrarte para votar en este mal intento del partido del cambio.
Esto pasó por igual en nuestro querido distrito uno, cuya sede de la desgracia fue la Benemérita y Centenaria Sociedad Mutualista Unión, Paz y Trabajo, donde se reportaron los mismos problemas: militantes molestos, enojo generalizado y una base de votantes que le dieron al partido el pasado julio del 2018 una victoria total (incluso posicionando a una diputada en el congreso local por el distrito 1) y cuya confianza está siendo totalmente aplastada.
La fachada local se cae, mientras el dueño del partido (AMLO) juega a que sigue siendo candidato en contra de una oposición muerta, los morenistas locales se queman las manos y la reputación con tanto poder concentrado en personas tan desorganizadas. Es buen momento para preguntarnos qué pasaría si Morena solo dependiera de sus militantes y no de los arrimados morbosos (como Bartlet), ¿Qué pasaría si el día de mañana el presidente necesita el apoyo de los 30 millones que lo respaldan y ni siquiera podemos votar por tener problemas con el Morena a nivel local?, con tal desorganización este gigante con pies de barro se caerá en consecuencia de ignorar tanto a su apoyo. Entonces, esta obra no tiene nombre, ni tampoco madre, le quedan demasiado a deber a las personas que les dieron hueso y trabajo. Sin embargo, por respeto a la cuarta transformación edición potosina, le pondremos un nombre y chiste local que funcione para estas y las próximas tragicomedias, uno que funcione para Morena, aquí en la ciudad de las camelias y también en la capital; se llamará: El gigante triste.