EL PRIMER MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN 1981/1982 Y LA GENERACIÓN INCOMODA.
Por Lupita Ávila
Aún era el verano de 1981 y el primer día de clases en la Escuela Preparatoria » MARIA L. CASTILLO «, 10 minutos antes de las 7 de la mañana, el vestíbulo estaba ya lleno de adolescentes que formaban pequeños grupos de los que se conocían entre sí. Era fantástica la emoción del primer día en una Escuela diferente, y con muchos compañeros que venían de varias escuelas secundarias locales.
Sonó el timbre, y vestíbulo y patio se quedaron vacíos. En mi grupo, coincidí con varias compañeras de estudios de toda la vida, y obviamente con nuevos compañeros. Cuando el Profesor estaba presentándose, precipitadamente un joven que llegaba tarde, abrió la puerta y entro sin pedir permiso. El Profesor lo detuvo y le ordeno que saliera del salón y tocara antes de abrir la puerta. El joven salió, cerró la puerta y no volvió. Fue el comentario del día, el chico majadero que no toco a la puerta.
Ese primer día nos llevaron a hacer un pequeño recorrido por las instalaciones de la Escuela, era un edificio construido probablemente entre los 40s y 50s. Un patio central, con pequeñas jardineras al rededor, que servían de bancas a los estudiantes. En medio una Fuente de forma extraña, y al rededor las aulas de clase, la biblioteca, los laboratorios y las oficinas. Al fondo, en el extremo derecho, había un pasillo que conducía a una vieja cancha de basquetbol y al lado un auditorio con techos de láminas, lleno de mesa bancos viejos y cristales rotos, que se usaba para reuniones de alumnos o de padres de familia. Y siguiendo al fondo, la entrada del Gimnasio de la Escuela. Todas las instalaciones estaban bastante deterioradas, la biblioteca tenía pocos y muy antiguos libros de consulta, el laboratorio prácticamente estaba en desuso, sin materiales ni equipamiento. La pintura del gimnasio estaba totalmente deteriorada, los cristales de las ventanas superiores rotos, la duela de la cancha totalmente hinchada y levantada por el agua de la lluvia que entraba por las ventanas cuando llovía.
Y así, durante el primer y segundo día fuimos conociendo la plantilla de maestros que nos darían clase y las materias que cursaríamos. Por la tarde hubo una reunión donde se presentaron las autoridades educativas. Debo decir, que en este pequeño relato, hablo en primera, segunda y tercera persona. Pues fue una vivencia y experiencia personal. De ninguna forma deseo dar notoriedad a ninguna persona en especial, solamente describir los hechos tal cual fueron.
Pasado un mes del inicio de clases, todos los compañeros nos habíamos integrado y había un buen ambiente escolar. Teníamos bastantes horas de ocio, pues por alguna u otra razón los Maestro faltaban mucho a la impartición de clases. No faltaban los que se iban a jugar básquet o Vóley, los que se ponían a hacer relajo en el patio, o las chicas que hacían grupitos para conversar. Fue en una de esas horas libres que se me ocurrió la idea de crear un Periódico Mural. Sin pensarlo, me apersone en la oficina del Director y le presente mi idea. De inmediato mando llamar a un conserje para que tomara medidas y mandar hacer la base para el periódico Mural. La base de madera se cerraba con dos puertas de cristal con cerrojo y llave. Entonces quede como administradora del Mural, y me di a la tarea de invitar salón por salón a todos los compañeros que supieran dibujar, escribir, contar chistes, escribir poesías, tomar fotos, etc. etc. y formamos un pequeño club de periodismo estudiantil.
Por esos días se llevaron a cabo la elección de los Jefes de Grupo en cada salón y también la formación de Planillas para elegir a la Mesa Directiva de la Sociedad de alumnos. Yo no sabía nada de planillas ni de elecciones estudiantiles, pero participe como vocal en una de ellas. Y perdimos. Casi inmediatamente después vinieron los festejos de Aniversario de la Preparatoria, donde hubo competencias deportivas, concursos de oratoria y de poesía, eventos culturales y para finalizar, un Baile de Aniversario. La gran sorpresa fue que vinieron estudiantes de otras preparatorias del Estado, a los cuales los alumnos locales hospedaron en sus casas. Los eventos de aniversario fueron bastante desorganizados y en algunos casos deslucidos, pero creo que a pesar de todo, divertidos.
Como buen reportero, después de los festejos, hice una puntual crítica de la mala organización de la Sociedad de Alumnos, lo que no espere después, fue la respuesta que tendría. A la puerta de mi salón se presentó el Presidente de la Sociedad de Alumnos, Alejando Espinoza Alvarado, buscándome, salí al patio a conversar con él, pero era un tipo nada diplomático. De mala manera me exigió que quitara del Mural las críticas que había hecho, a lo que yo valentonamente respondí que No. Discutimos y llego un momento en el que pensé que me daría un puñetazo. Muy enojado se dio la media vuelta y se fue. Si alguien me hubiese dicho que llegaríamos a ser entrañables amigos de toda la vida, no se los hubiera creído. Al día siguiente se presentó a buscarme en mi salón, el joven aquel que el primer día de clase no toco a la puerta, que salió del salón y no volvió. Se presentó conmigo amablemente y me dijo que era el Secretario de Conflictos de la Sociedad de alumnos, Vicente Hernández Ortiz, y que tenía algo importante que decirme. De forma muy confidencial me contó, que se estaba organizando secretamente, un Movimiento Estudiantil, que pretendía involucrar a todos los alumnos de la escuela. Y que mis publicaciones en el Mural, iban a afectar la credibilidad de La Sociedad de Alumnos.
Fue uno de los principales líderes estudiantiles, dueño de un carisma especial así como facilidad de palabra. Tenía la virtud de generar empatía y por otro lado, sus actitudes rebeldes, conquistaban a los compañeros. Como prueba de paz, me invito a una reunión que ellos organizaban, y que se realizó esa tarde en la Biblioteca de la Escuela, a donde asistieron todos los Jefes de Grupo de la Escuela. El Presidente, Alejandro Espinoza, casi me cierra la puerta en la nariz cuando me vio llegar, pero el compañero Vicente Hernández, le dijo que él me invito, para que yo conociera los planes que tenían. Debo decir que en ese momento me sentí importante, y a la vez, descubrí la gran importancia y poder de los medios de comunicación.
En esa reunión, los dirigentes nos explicaron la situación real de nuestra Escuela Preparatoria, que, aunque pertenecía oficialmente a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, económicamente no dependía de ella. La escuela se sostenía de las Cuotas que a inicio de año pagaban los alumnos, y que generalmente no alcanzaban para sostener los gastos administrativos. Mucho menos para pagar salarios a la planta de maestros, quienes tampoco contaban con prestaciones de ningún tipo. En ese marco, los maestros tenían poco incentivo para acudir a impartir clases, lo que generaba un nivel académico muy pobre. Por otro lado no se contaba con apoyo para el mantenimientos de las instalaciones de la Escuela, ni para proveer de material los laboratorios y bibliotecas, y a los equipos deportivos. Y lo más importante en Matehuala no había ninguna oferta educativa de nivel superior. Había jóvenes que tenían la posibilidad de salir a estudiar a otras ciudades, pero la gran mayoría veían coartados sus sueños de realizar una carrera Universitaria.
Por tal motivo, y con la candorosa audacia de la juventud, exigimos también La Descentralización de la UASLP, que nos diera oferta educativa de calidad. Y la única manera de causar impacto y tener la atención de las Autoridades Universitarias, era tomar las instalaciones de la escuela, y exigir que se cumplieran uno a uno los puntos del pliego petitorio que es misma tarde elaboramos. El trabajo de los jefes de grupo, seria hablar al respecto con sus compañeros y pedirles el apoyo al Movimiento. Se concertó la fecha de Toma de la Escuela y para cuando termino la reunión, yo ya estaba completamente de acuerdo con ellos. Así que salí y retire mis criticas del mural. Mi diplomático anfitrión, amablemente se ofreció a acompañarme a mi casa caminando, pues era un poco tarde.
La tarde siguiente, se llevó a cabo otra reunión, para concretar los puntos del Pliego Petitorio. 1.- La integración inmediata de la Escuela Preparatoria al Presupuesto de la Universidad. 2.- La integración inmediata de la planta de Maestros y personal administrativo a la Nómina y prestaciones de la Universidad. 3.- El equipamiento inmediato de Biblioteca y Laboratorios. 4.- El equipamiento de Mobiliario para las aulas y Oficinas del Plantel. 5.- Becas para alumnos con promedios altos. 6.- Becas para alumnos de escasos recursos. 7.- La Remodelación de aulas, Gimnasio, canchas y Auditorio. 8.- Apoyo con material deportivo para las diferentes disciplinas. 9.- Un autobús escolar para los viajes de estudios o de competencias deportivas. 10.- Exámenes de conocimiento y dominio de la materia a Maestros. 11.- La descentralización de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 12.- La creación de un Turno Nocturno en la Preparatoria, para que personas que trabajaban tuvieran acceso a terminar la educación media superior.
Aprobados los puntos del Pliego Petitorio, se decidió que al día siguiente serian tomadas pacíficamente las instalaciones. La mayoría de los alumnos dio su apoyo total, pero no faltaron algunos que no estaban de acuerdo y se opusieron al movimiento. En la Preparatoria había también una Consejera Alumna, que era la representante del estudiantado ante El Consejo Técnico Consultivo de la UASLP, Silvia Espinosa Loera, una joven de 2do. año, seria y prudente, a quien le toco ser parte de este Movimiento Estudiantil, por el cargo representativo que tenía.
La tarde que nos reunimos para hacer la Toma de la Escuela, estábamos nerviosos y emocionados, sin saberlo estábamos escribiendo una página de la historia de Matehuala, que muchos se han empeñado en borrar. Una comisión entro a la Oficina del Director, y le informo que estábamos Tomando las Instalaciones, en búsqueda de la atención del entonces Rector de la UASLP, Lic. Guillermo Delgado Robles. Tanto el Director, Maestros y Personal Administrativo, cerraron con llave y se sellaron escritorios y salieron de la Escuela. Fue evidente que el hecho los tomo sorpresa, pero curiosamente ningún maestro declaraba simpatizar con nuestra causa. Los alumnos colocaron a la entrada de la Prepa una bandera rojinegra de huelga.
Poco después se citó a una rueda de prensa para informar a los medios, el porqué de la Toma de la Escuela y cuáles eran los Puntos de nuestro Pliego Petitorio. Fue un boom, porque pocas noticias había que resultaran interesantes en esta pequeña ciudad. La Sociedad no tardo en dividirse, pero fueron más los Padres de familia que ofrecieron apoyo para los estudiantes que hacían guardias dentro de la Escuela, llevaban comida, refrescos, agua. E incluso algunos Padres también hacían guardias. La Respuesta no se hizo esperar y al tercer día llego una Comisión Administrativa por parte de la UASLP para tratar de negociar con los inconformes. A título personal y como » periodista » de la Escuela, al apoyar la causa, tuve acceso a todas las reuniones, incluso a las que generalmente solo asistían los principales dirigentes, que era Alejandro Espinoza Alvarado ( presidente ) Daniel Salvador Espinoza Moran y Vicente Hernández Ortiz ( secretarios de conflictos ) Silvia Espinoza Loera ( consejera alumna ) y algunos otros compañeros mas.
La Comisión Negociadora dijo no estar facultada para ofrecer compromisos, y se llevaron el pliego petitorio para que fuera revisado y analizado por las Autoridades y que en un plazo de una semana nos darían una respuesta, con la condición de que entregáramos las instalaciones. Pero nos negamos a entregarlas hasta no obtener primero una respuesta. Ese mismo día llego un Grupo de jóvenes universitarios de la ciudad de San Luis Potosí, quienes dijeron ser de la FUP ( Federación Universitaria Potosina ) Roberto Gonzales Rubio ( Presidente ), Gerardo Chavez Reyna, Castor Balderas y algunos otros mas, quienes vinieron a explicarnos sus funciones como representantes de todas las Escuelas pertenecientes a la UASLP, ( incluida nuestra Preparatoria ) y quienes nos veían con cierta curiosidad, pues la noticia de la Toma de la Escuela ya era de orden Estatal. Ahí nació también, una entrañable amistad con ellos, que perdura hasta estos tiempos.
Creo que en esos momentos, jóvenes e inexpertos, de verdad no teníamos conciencia de la magnitud de una audacia semejante. Pues la prensa local y estatal, estaban dándole cobertura diaria al Movimiento, recogiendo además las impresiones tanto de Alumnos como de Padres de Familia y de la sociedad civil, quienes daban total apoyo. Mientras se esperaba la respuesta de la Rectoria, los días en la Prepa eran una fiesta, los alumnos que acudían a guardias jugaban ajedrez, conversaban, organizaban partidos amistosos de fut y de basquet, y se hacian reuniones para informar a los jefes de grupo de los avances de las negociaciones.
Días después, regreso la Comisión Administrativa para informarnos que algunos puntos ya habían sido autorizados, pero que otros estaban en revisión. Que al entregar las Instalaciones empezaria a llegar Mobiliario y Equipo y que se iniciaría con los trabajos de restauración y remodelación de la Escuela. Así que se elaboró un Acta de Acuerdos y se hizo la entrega Oficial de las Instalaciones. Esperamos en balde el cumplimiento de acuerdos. En ese inter se atravesaron las vacaciones decembrinas, así que nos fuimos a casa, desesperanzados y desconfiados. Al regresar a clases en Enero, se decidió tomar nuevamente las instalaciones, repitiendo el mismo procedimiento de la vez anterior, pero en acuerdo interno de que esta vez, no entregaríamos la Escuela, hasta no ver cumplidos todos y cada uno de los puntos del pliego petitorio. A esta acción se se sumo la de realizar una marcha estudiantil por las principales calles de la ciudad, en donde los compañeros llevaban pancartas con nuestras peticiones para que la gente las conociera.
Esta vez, se formo una comisión estudiantil que se presento en el Edificio Central ( Rectoria ) de la UASLP, para exigir audiencia con el Rector Guillermo Delgado Robles, quien recibió a los compañeros, sin ocultar el disgusto que esta situación le causaba. Daniel Salvador Espinoza Moran me comentaba, que es un hombre de personalidad imponente, y que había momentos en los que realmente se sentían intimidados frente a el. Creo honestamente que para nadie es halagador que la gente sepa el desorden que hay dentro de la casa. Así que después de varias reuniones se pactaron nuevamente los puntos del Petitorio. De inmediato iniciaron los trabajos de mantenimiento en la escuela, llego el mobiliario y equipo, el equipamiento de los laboratorios, pupitres, pizarrones, escritorios, material deportivo, se integro a los Maestros y Personal Administrativo a la Nomina de la Universidad, se aplicaron los exámenes de conocimiento a maestros y se tomaron medidas necesarias.
Hubo cambio de director de la escuela, en donde directamente se le dio el apoyo al Ing. Roberto Yrizar para que tomara el cargo. Nos obsequiaron un camión viejo y medio destartalado. se otorgaron becas a los alumnos. Quedando resueltos todos los puntos. Excepto uno. La descentralización de la Universidad. Y en Agosto de 1982 se bario el Turno Nocturno, que fue y sigue siendo de mayor demanda. Para ser honesta, no recuerdo que alguna persona de los Maestro o administrativos, se hayan acercado alguna vez para agradecer los beneficios que les llegaron a través de este Movimiento Estudiantil, pues francamente, el gran beneficio fue para ellos. Desde el aumento mínimo de un 200% en salarios, como en prestaciones muy por encima de las de ley.
No es que buscáramos ni agradecimiento ni reconocimiento. Buscamos, luchamos y exigimos un ideal de justicia compartida. Probablemente el beneficio educativo no lo recibimos nosotros directamente, sino las generaciones subsecuentes. Gracias no solamente a los dirigentes estudiantiles, sino a todos los compañeros que de una u otra forma participaron y apoyaron en todo lo necesario. Y sin embargo fuimos la Generación Incomoda. Los nombres de algunos compañeros frecuentemente aparecían en los diarios locales. Los jóvenes tomaron empoderamiento y dirección, nos dimos cuenta de todos los hechos colaterales que este Movimiento desencadeno, y nos sentimos capaces de cambiar el rumbo.
Ignorábamos pues, los grandes intereses económicos que rigen al mundo, los mezquinos intereses políticos, y el odio gratuito que la luz de algunos genera en los demás. Nuestro Movimiento Estudiantil genero un clima de desestabilización a nivel estado, pues otros jóvenes secundaron nuestras acciones, haciendo lo propio en diferentes Escuelas. No exigían otra cosa que acciones justas. Todo esto paso durante el año escolar 1981-1982. Seguramente los excompañeros que lean este recuento, podrán aportar opiniones, anécdotas, recuerdos y cosas importantes de lo ocurrido en nuestra Escuela Preparatoria. Agradeceré todo tipo de datos, fotografías, y comentarios, que deseen hacerme llegar.
Pero todo esto no paro aquí…. el siguiente paso, fue la lucha por la descentralización de la Universidad. Y el apoyo a alumnos de otras instituciones que se acercaron para compartir su problemática. En el ínter de todos estos sucesos, Vicente Hernández Ortiz ( Secretario de conflictos ) y yo, ( la vocera del movimiento,) nos enamoramos y vivimos un romance, al mas puro estilo de Indiana Jones. Nos leemos la próxima semana