Por Ismael Leyva
La flor que da vida al Día de Muertos: El esfuerzo de la familia Moreno Salas y otras familias agricultoras
San Rafael, Matehuala – En la comunidad de San Rafael, una pequeña localidad ubicada en Matehuala, la familia de Jorge Moreno Salas y Claudia Rojas Nava , junto a otras nueve familias, lleva años dedicándose a la producción de una de las flores más emblemáticas de México: el cempasúchil. Este cultivo, que florece cada otoño, representa un tributo a las tradiciones y costumbres mexicanas, recordándonos la importancia de la flor en la celebración de Día de Muertos.
Para la familia Moreno Salas, el cultivo de cempasúchil es más que una actividad económica; es una tradición transmitida de generación en generación. Jorge Moreno explica que la siembra comienza con una preparación cuidadosa de la tierra en la temporada de lluvias, asegurando que el suelo esté lo suficientemente húmedo y fértil. “Elegimos las semillas con mucho cuidado, porque queremos obtener una flor grande y de un color vibrante. Es un trabajo de paciencia y dedicación”, comparte.
El Proceso de Siembra: Pasos Fundamentales para un Cultivo Exitoso
El proceso de producción de cempasúchil en San Rafael inicia con la preparación del terreno en julio, donde los agricultores limpian y aran el suelo para optimizar la absorción de nutrientes. Después, seleccionan semillas de alta calidad, garantizando que las plantas crezcan saludables y resistentes. La siembra suele realizarse a finales de julio o principios de agosto, en surcos bien distribuidos para que las plantas tengan suficiente espacio para desarrollarse.
Una vez plantadas, el cempasúchil requiere riego constante y cuidados para protegerlo de plagas y enfermedades. “Es un trabajo arduo porque debemos estar vigilantes todo el tiempo, pero el esfuerzo vale la pena cuando vemos el campo teñirse de naranja y amarillo”, comenta Jorge, quien realiza estos cuidados con la ayuda de su familia.
La cosecha se lleva a cabo en octubre, justo antes de la celebración de Día de Muertos, cuando las flores alcanzan su plenitud. En este punto, el campo de San Rafael se convierte en un mar dorado, listo para abastecer los altares y ofrendas en la región, además de contribuir al mercado de cempasúchil que abastece a otras comunidades y ciudades cercanas.
La Importancia del Cempasúchil en Día de Muertos y Nuestra Identidad
En México, el cempasúchil es más que una simple planta; es un símbolo de la festividad de Día de Muertos, una fecha en la que recordamos y honramos a nuestros seres queridos fallecidos. Según la tradición, su color intenso y su aroma particular son capaces de guiar las almas de los difuntos hacia los altares preparados en su honor.
La flor de cempasúchil es, para muchos mexicanos, un reflejo de la riqueza cultural y la conexión con nuestras raíces prehispánicas, pues ya los antiguos mexicas la consideraban una flor sagrada. “Es hermoso saber que nuestro trabajo llega a tantas familias en esta época. Cuando vemos los altares decorados, sentimos que hemos aportado algo especial a una de las tradiciones más importantes de México”, dice Jorge Moreno con orgullo.
En comunidades como San Rafael, la producción de cempasúchil no solo es una fuente de ingresos, sino una reafirmación de identidad, de orgullo y de respeto por una tradición que une a generaciones. La flor, que ilumina y perfuma los altares de Día de Muertos, es una manifestación de nuestras costumbres y un recordatorio de que, a través de nuestras raíces, honramos a quienes nos han precedido.