EL RINCÒN DEL MAGO – PARQUÍMETROS y AYUNTAMIENTO: la verdad detrás de un problema olvidado.
7 noviembre, 2019

Abelardo Medellín Pérez.

El tema de los parquímetros en Matehuala fue durante las semanas pasada una problemática incendiaria que puso en riesgo incluso el patrimonio recreativo de la ciudad. Algo que pareciera ser problema juzgado, se levantó con la cara de una demanda contra nuestra ciudad mostrándose inminente y de la cual solo podrán defendernos nuestros representantes, pero… ¿qué tanto pasó en el ayuntamiento municipal y cómo debería preocuparnos la forma de “hacer política” de nuestro alcalde y su cabildo?, la respuesta no es tan sencilla como un “huyan, esto es de manicomio”, sin embargo, se acerca bastante.

Iniciemos por lo que ya sabemos que ya pasó: el pasado 18 de octubre un juez dicta que el municipio de Matehuala debe pagar un monto cercano a los 48 millones de pesos por concepto de una deuda con la empresa Virgin Licon S.A de C.V., de dicho documento y las implicaciones que traía consigo se podía deducir que una posible vía del gobierno municipal para desahogar la deuda era recurrir al embargo de bienes inmuebles como lo son el Estadio Manuel Moreno Torres, el auditorio municipal, los terrenos de la Feria o la Plaza de Toros. Dicho documento es de acceso público dentro del expediente 802/2011 y la noticia se esparció entre los usuarios de estos espacios y los matehualenses que esperaban con miedo ver a que estadio o auditorio se llevaban.

El pasado 30 de octubre, en sesión extraordinaria de cabildo se vota por una propuesta de solución ante la demanda donde se firmaba un acuerdo con una nueva empresa de parquímetros para que absorbiera la deuda a cambio de 15 años del uso del espacio público, y donde los primeros 5 años los rendimientos de parquímetros, iría directo para la empresa Iberparking, con esto, la empresa neutralizaría la demanda y los adeudos pendientes.

Ya con esta solución todos sonreíamos pensando en que no se llevarían ninguna plaza de toros ni a la feria, sin embargo, si le ponemos atención a los acuerdos chiquitos, esta fue una decisión

con lógica de mercado cuando esto era un problema del Estado de Derecho: solución, sí; pero también un “peor es nada”.

Ahora, ¿qué se esconde detrás de esta votación por una opción que nos da parquímetros para rato?, pues acuerdos, y no exactamente políticos, más bien lamentables.

En este circo y desfile de acuerdos absurdos, abandera el alcalde de Matehuala: Roberto Alejandro “Jano” Segovia, quien en rueda de prensa habló sobre la situación de las demandas diciendo: “yo ya hice lo que tenía que hacer […] señores, que dios nos cuide y nos proteja”. ¡Qué halagador, señor presidente!, a eso le llamamos mantener el ánimo… por el suelo. Y si resignarse antes del embargo y del cabildo no lo podemos llamar tragedia, ¿qué les parece un alcalde que dice “la decisión no es mía” y comenta que los medios “vienen a desinformar a la gente” ?, definitivamente lavarse las manos de los problemas y regañar a la prensa, es una moda política marca AMLO y que hasta el Partido Verde sabe utilizar.

A pesar de las “sorpresivas” declaraciones del alcalde Segovia, lo que más debería de preocuparnos ocurrió en la sesión de cabildo del pasado 30 de octubre, donde tanto regidores, funcionarios y sector empresarial mostraron que solo hay algo peor que un político gobernando: un grupo de comerciante dialogando con el gobierno.

Gente del cabildo anunciando que “estamos en desventaja”, el alcalde asegurando que “si nos va mal es gracias a los ciudadanos que estuvieron en la negociación” y un sinfín de participaciones que repetían lo que dijo quien ya habló. Un verdadero desplante de demagogia en su estado más puro, y no olvidemos lo dicho por Pierre Joseph Proudhon: “la demagogia es la hipocresía del progreso”.

Lo más preocupante: el sector empresarial presentándose de forma incisiva frente al cabildo municipal asegurando lo más atroz: “ustedes quieren arreglarlo con política, a nosotros no nos interesa la política”, diciendo: “no venimos a hacer política”, o comentando disparates burdos como: “que se señale la Plaza de Armas o del Pueblo, esas si son del municipio”, aunque esto sea jurídicamente improcedente. Y claro, cámaras de comercio presentes, no con una solución, sino más bien una solicitud, de forma inoportuna, pidiendo con la mano bajita y a regañadientes un vocal de la cámara de comercio dentro de las decisiones de cabildo, básicamente, sector privado tirando para incidir en la soberanía del municipio.

Oigan comerciantes, si no les interesa la política, no vayan a cabildo, pidan audiencia. Porque en una democracia regida por el estado de derecho nadie puede pretender llevar una solución frente los organismos políticos sin esta dispuesto a ser revisado por el escrutinio del pueblo.

Al final, con un alcalde delegando el peso de la decisión a ciudadanos y comerciantes, el ayuntamiento deja ver una falta de proyecto y planes de contingencia política, porque nos queda claro, el ayuntamiento saber decidir como comerciante y decretar como quejoso, pero no vemos una organización certera que asuma las consecuencias de una difícil elección. Claro, hoy se soluciono volteando a ver lo que conoce nuestro gobierno: la opción privada, pero esto no era todo el margen de maniobra que tenían.

En entrevista con Arco Informativo y El Rincón, el secretario de Finanzas de Gobierno del Estado, Daniel Pedroza Gaitán, comentó que una solución viable era “pedir apoyo legal a la Consejería Jurídica del Estado o a la Secretaria de Finanzas, podríamos asesorarlos y apoyarlos en su problema”. Lamentablemente nuestro presidente no es de leyes, es de lógica privada, ya lo dijimos.

Esta vez fue una demanda solucionada por propuestas del sector privado, pero qué ocurrirá cuando el recurso económico no alcance para el ayuntamiento y pierda operatividad en sus funciones, ¿contratará deuda?, y si un día las luminarias cuestan demasiado y tiene que redoblar el costo de algo, ¿directamente aumentara las medidas recaudatorias? No perdamos algo de vista, lectores, para una persona que piensa con lógica de EMPRESA y no de ESTADO, la solución nunca será la política, sino seguir operando a pesar del costo social.

Poco a poco nos vamos dando cuenta de la incapacidad de organización de nuestro ayuntamiento, esperamos que este sea el primero y el último incidente que revela esta realidad, lo esperamos en serio, mientras tanto… pues como dijo nuestro alcalde: “señores, que dios nos cuide y nos proteja”.

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