Por Adrián Martinez Nava

¿Por qué hubo tanta controversia alrededor de Capitana Marvel? ¿Fue que intentaba promover una agenda feminista? ¿Fue porque Brie Larson es una figura controversial por sus posturas sobre el feminismo? ¿O acaso sólo es mala?

Cuando se estrenó Capitana Marvel, ya arrastraba controversia. Fans de los cómics originales no estaban contentos con la falta del disfraz original, además de las implicaciones de que su estatus como uno de los personajes más poderosos arruinaría lo que Marvel ha venido construyendo con su universo hasta ahora. También, parte del sector masculino al cual iba dirigida esta película, creen que el principal motivo de la misma era impulsar algún tipo de agenda feminista, y la inclusión de Brie Larson – figura muy vocal sobre el trato que reciben las mujeres en Hollywood – no ayudó a disminuir el disgusto.

Hoy en día, los principales detractores de la película la acusan de usar una forma cansada y trillada del feminismo con tal de apelar a un público con mentalidad de colmena, quienes consumen todo producto que apele a sus sentimientos de víctimas.

Antes de cualquier cosa vamos a dejar esto claro, la película está bien. Así. Sólo bien. Tiene problemas estructurales y a veces le falta coherencia con el resto del universo Marvel, pero no creo que sea ahí donde recae el mayor problema. La raíz de este, a mi parecer, viene de que la película no predica “ultra feminismo bien”, si no que usa el concepto de “machismo mal” de manera muy cliché.

A un mes de su estreno, y ya que el internet no se ha dejado de quejar al respecto, vamos a hablar sobre feminismo y su rol en Capitana Marvel.

Los medios a través de los años han demostrado ser un impresionante sistema que moldea la percepción del mundo que nos rodea. Desde programas de televisión, películas, la radio, periódicos, comics y publicidad, entre otras, forjan una idea de la forma en la que tanto hombres como mujeres deben ser percibidos.

Ignorando el hecho en que el internet se ha vuelto irracional en los últimos años. La teoría feminista ha formado parte de estudios mediáticos durante años. Sin embargo, es imposible negar que ambas ejercen gran influencia entre sí, lo que genera mucha confusión entre el público en general.

Sin ocupar mucho espacio, les puedo comentar que el trabajo de la teoría feminista en el cine no es el de destruir a todos los hombres, – aunque tal vez dicho objetivo si esté en su lista – si no el de cuestionar los roles de genero en nuestra sociedad, y cómo estos son aplicados de manera mediática.

Verán, cuestionar los roles de genero no sólo puede estar presente en el texto. Un trabajo cinematográfico tiene varias capas, y una de ellas, “el subtexto”, está cargado de formas positivas de feminismo. La principal y la que más resuena durante sus 124 minutos de duración, es la de cuestionar los roles que las mujeres en el universo cinematográfico de Marvel han cumplido hasta ahora. Es decir, la existencia de una mujer de carácter fuerte, voluntariosa y con gran sentido de independencia, quien, en algún momento de la película, caerá en segundo plano para dejar que los hombres fuertes hagan su trabajo.

El feminismo se apoya en varios conceptos, uno de ellos, el cual es el más importante para nosotros ahora, es el posmodernismo. Este es un termino muy amplio que básicamente cuestiona las verdades universales.

Entre 1940 y 1950 el mundo vio un regreso muy prominente a ideas casi victorianas de verdades universales. Ideas socialmente convencionales sobre estilo de vida y roles género. Y el posmodernismo cuestiona principalmente eso, modos binarios de pensamiento preferidos por universalismo, objetivismo y la idea general de verdades universales que aplican a todo siempre por igual.

Esto puede parecer frustrante para la mayoría de la gente. Ya que preguntar “Pero… ¿Por qué?” de manera constante a verdades universales puede parecer una amenaza a la comodidad y paz mental establecida por modelos sociales anteriores.

La idea principal que estoy intentando establecer después de tanto termino y palabrería es, Pero… ¿Por qué en el MCU todos los super héroes principales habían sido hombres?

Desde que el universo cinematográfico de Marvel se lanzó en 2008 con el primer filme de Iron Man, no ha habido vuelta atrás. Película tras película vimos a los más grandes personajes de Marvel tomar como tormenta las pantallas de cines y casas por igual.

Los cómics, en sus inicios, no eran más relevantes que revistas contando dramas o historias de terror. Algunos super héroes como Batman o Superman vieron un auge en su crecimiento, y se les creó radio dramas y algunas películas. Pero, aun así, los cómics de superhéroes no eran más populares que cualquier otra revista.

Para no hacer el cuento largo, un “estudio” conducido durante esta época, identificó a los cómics como catalizadores de delincuencia entre jóvenes. Padres preocupados boicotearon a los cómics, quemándolos en masa. Muchas editoriales cerraron y las impresiones cesaron. Para evitar el completo exterminio, las editoriales sobrevivientes crearon una serie de reglas algo confusas que aseguraba que ningún tipo de influencia negativa alcanzaría a los niños. Todo esto respaldado por el sello conocido como “Comic Code Authority”.

Este código limitaba a los creadores a ciertos tipos de historias, haciendo que varios géneros desaparecieran por completo.

En los 70s y 80s, después de que muchas editoriales cerraron por una falta de consumo, el campo quedo libre para que la competencia fuera solamente entre sólo dos “caballos”, DC y Marvel, quienes impulsaron otro “estudio” para averiguar qué sector de la población era la que seguía consumiendo comics.

El “estudio” reveló que entre el 90 y el 95 porciento eran adolescentes hombres, con edades entre 8 y 16 años. Además, para poder publicar temas de interés para este nuevo público, las editoriales decidieron deshacerse del código de autoridad que restringía los temas que necesitaban tocar. Para sorpresa de las mismas, ningún padre hizo revuelo esta vez y pudieron seguir publicando sin percances.

Esta corriente siguió por muchos años y, aunque la industria del cómic intentó diversificar su elenco con la inclusión de más personajes femeninos e identidades sexuales diferentes a la típica identidad binaria, el objetivo principal siempre fue atraer al público masculino.

Esta forma de marketing inherentemente se aplicó al universo cinematográfico. Pero, La codificación anticuada establecida por viejos lenguajes mediáticos ya no es suficiente, haciendo que Hollywood y Marvel hicieran una declaración en cuanto a este llamado de atención. Entra Capitana Marvel.

Desde el principio podemos observar que la película está lista para hacer una declaración. – Y si no quieren spoilers, lo siento, la película ya tiene un mes que salió y por eso me esperé para hablar de este tema – Carol Danvers/Vers, sin memoria de su vida anterior y residente del planeta Hala, se enfrenta a un hombre, Yon-Rogg, – Interpretado por Jude Law – otro guerrero Kree que le ordena trate de restringirse, y controlar la energía que ella puede disparar de sus brazos. Si no es correctamente canalizada, las cosas podrían salir muy mal. Pero, cuando una misión de rescate sale mal y ella es aprehendida por los Skrull, Vers termina en la tierra, más específicamente, en Los Ángeles en 1995. Durante su estadía en la tierra, Carol va descubriendo lentamente que la guerra Kree – Skrull no es como le habían hecho creer y que los últimos seis años de su vida han sido una mentira creada por el imperio Kree.

De cierta forma esta es una película con una historia de orígenes poco convencionales. A diferencia de los otros héroes en Marvel, principalmente el elenco masculino, a Carol se le pide reprimirse. En otros casos los héroes descubren su poder y se les anima a liberar todo su potencial, llevándolo siempre al extremo. Podemos hacer una excepción con el doctor Banner, sin embargo, Hulk y él no son la misma persona, al menos no desde su perspectiva. Él no lucha por restringirse a si mismo, él funge más como el carcelero de alguien que habita dentro de sí. A Carol se le pedía restringirse a sí misma porque las consecuencias de su ira en batalla podrían ser demasiado grandes, pero eso resultó no ser cierto, todo era una mentira creada por el miedo que los demás tenían a su potencial.

Usando estas dos premisas, – Feminismo y posmodernismo – Capitana Marvel intenta abolir ciertos clichés previamente establecidos en un campo dirigido principalmente a una audiencia masculina. Cuestionando ideas de autoridad y agencia sobre el poder femenino. Porque, más que una película con una agenda feminista maquiavélica, es una película sobre el poder que alguien puede adquirir una vez se entiende que nadie tiene agencia sobre la vida de los demás. Empoderamiento, si usted quiere.

La película establece desde el inicio que está dispuesta a cuestión los roles de genero dentro de su propio universo, además de los establecidos en el mundo cinematográfico de Marvel.

Sí, Capitana Marvel es un poco tosca para hablar de este tema en su superficie. Los flashbacks de su vida en la tierra, cuando se le cuestionaba su habilidad como piloto por el simple hecho de ser mujer son un ejemplo. Pero sabes que es lo suficientemente subversivo cuando en la sala en la que estás, la gente suspira de horror al ver el trato que recibía como mujer en 1989. Como si cosas más terribles no pasaran todos los días a las mujeres a nuestro alrededor.

Capitana Marvel no es la mejor película de Marvel, y no necesita serlo, no necesita probarle nada a nadie. Pero es la que habla volúmenes con una convicción que las otras no han demostrado. Intentar mostrar un tema controversial como lo es el feminismo, por más inverosímil que esto parezca, es

complicado y el resultado se convierte en todo el equipo de trabajo de la película dándole cucharaditas de decencia humana básica al público.