«Ser una mujer en la ciencia»
- ¿Cual ha sido tu papel como mujer en la ciencia?
El papel de la mujer en la ciencia, en mi área de conocimiento del Sistema Nacional de Investigadores, el Área 1 titulada “Físico- Matemáticas y Ciencias de la Tierra”, asciende a tan sólo el 21.3%.
Sin lugar a duda, este limitado porcentaje evidencia el gran sesgo de la sociedad y la comunidad científica para mantener a las mujeres fuera de los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
En mi división de adscripción, la División de Geociencias Aplicadas del IPICyT, las mujeres alcanzamos este bajo porcentaje de representatividad del 21.3% apenas a partir de Octubre de 2017, cuando una investigadora más, además, de mi, fue contratada en Octubre del 2017. A la fecha, de 11 investigadores, 2 somos mujeres por lo que, insisto, indiscutiblemente, como mujeres, estamos muy deficientemente representadas en la ciencia en el área de Ciencias de la Tierra y muchas otras.
En el IPICyT, por ejemplo, el porcentaje de mujeres es tan sólo 5.5 % si sumamos la planta de investigadores de las áreas físico-matemáticas y de ciencias de la tierra del IPICyT, en las que podríamos sumar a las Divisiones de Geociencias Aplicadas, Materiales Avanzados y Matemáticas Aplicadas con un total de 36 investigadores de los y las cuales sólo 2 somos mujeres.
- ¿Cual ha sido tu experiencia en el ámbito científico?
En lo que se refiere a mi experiencia en el ámbito científico, ésta incluye, a lo largo de casi 10 años, dos promociones, un nombramiento de definitividad, 4 distinciones del Sistema Nacional de Investigadores incluyendo una promoción, una distinción de la Royal Society del Reino Unido y un reconocimiento del Newton Prize.
Si bien lo anterior ha sido suficiente para el establecimiento de una carrera científica, los roles de género y la carga de trabajo impuesta por mi condición de mujer para maternar y gestionar mi hogar, hicieron y/o han hecho de esta experiencia una lucha de sobrevivencia personal y profesional, sobretodo, en los inicios de mi carrera científica que incluyeron: solicitudes de atención de actividades laborales durante mi permiso de maternidad, acoso y una salida del sistema nacional de investigadores.
Lastimosamente, lo anterior ha sido interpretado, juzgado y expresado por algunos de mis colegas y directivos como incompetencia o falta de dedicación a mi trabajo. Desde mi punto de vista, estas limitadas y privilegiadas opiniones sólo dan cuenta de la inequidad de género a la que nos enfrentamos las mujeres en el día a día en nuestros ámbitos laborales.
- ¿Cual ha sido la mayor dificultad que se te ha presentado?
La mayor dificultad que se me ha presentado es la de arrancar y establecer una carrera científica a la par de la concepción, la crianza autónoma e independiente, y la gestión del hogar. Lo anterior, aisladamente y entre incontables techos de cristal. Para mi, una dificultad inmensa.
- ¿Cuales crees que son hoy en día las dificultades de la mujer en la ciencia y perspectiva?
Los techos de cristal y las conductas normalizadas de hostigamiento y acoso son dificultades del día a día. Piropos, agresiones, miradas lascivas, intimidantes e incómodas, acercamientos indebidos, insinuantes y en contra de la dignidad de las mujeres son comunes hasta los centros de investigación.
En lo que se refiere a la perspectiva, en mi opinión, las mujeres necesitamos apuntar la inequidad, denunciar el hostigamiento y el acoso y demandar tanto políticas afirmativas de género como sanciones enérgicas a los agresores, mientras que los hombres necesitan acercarse a la problemática, reflexionar, hacerse responsables de las acciones que favorecen el sesgo hacia los hombres y nos mantienen a las mujeres fuera y tomar acciones para resolver juntos y juntas esta problemática. Por su parte, las instituciones necesitan castigar, sancionar y dejar de homenajear a agresores y acosadores a fin de dar mensajes claros y ejemplares de rechazo a este tipo de conductas.