LIBRO; Hacia una definición indefinible

Divagación, 1:30 a.m.

Cuando en 1972 nace el año internacional del libro en la conferencia general de la UNESCO, nace también la posibilidad de rendir homenaje a lo humano, a la creación que deviene en un río de palabras sumergidas en la corteza de los árboles, o en la fluctuante magia del ciberespacio y mundos paralelos.

La magia surge con la escritura y su posibilidad de ser grabada en la materia, transformación de la piedra en instrumento de transmisión de conocimientos.

¿Fue azar o milagro que, en Sumeria, alrededor del año 2600 aconteciera el sortilegio, y las Virtudes de la Vida Justa, quedarán plasmadas en la posibilidad de ser un regalo constante?

Lo cierto es que el lenguaje es otra cava de libros cambiantes, historias orales que danzan fluctuantes en el tiempo, a diferencia, la escritura tiene por arte conservar las ideas en lo eterno. El libro, encontró en el siglo I la invención del papiro y con ello nuevas tecnologías de producción, la mutación constante de lo perdurable y el olvido, un viaje incierto desde los incunables al libro digital.

El libro es la terquedad necesaria del hombre, son los pictogramas, el testimonio de vida en arcillas, el punzón, la salvación de las tablas de madera, el tesoro apilado en la biblioteca de Alejandría, la relación de la humanidad con el conocimiento y la vida, los chinos en la alquimia del papel…. ¿Qué secretos guarda un libro para hacer nacer la imprenta, impulsar la industria y desbordarse en objetos masivos, que se tiñen de fantasmas vivos en el siglo XXI al aparecerse en internet?

¿Qué espejo en los libros descubrieron los Papas, o Adolfo Hitler, para quemarlos y herirlos hasta hacer el amor cenizas?

No encuentro un arma más poderosa que un libro, ese mago de signos que sobrevuela el tiempo, ese mar que preserva, comunica y devuelve el aliento al espíritu.

El escribano, el escritor es un artefacto, un vehículo, un alquimista de relaciones multiformes, para plasmar en signos verdades humanas, no por capricho, sino por necesidad, por hambre de ser destino más allá del tiempo.

Quizá el libro se oculte bajo un supuesto objeto de arte, yo digo que es un portal, una conexión invisible de tiempos y espacios, una conversación estética, un acto de amor, de relato- espejo, del patrimonio intelectual humano.

No hay artefacto tan polifacético como el libro, minutero de intercambios, una lluvia de producción, una brecha humana de educación, conexión, unidad, creación y juego.

Divagación, 3:00 a.m.

Los libros callan sin hábitos de lectura, como monjas en la discoteca a las 3 de la mañana, cuando el silencio no hace clic de guatos y necesidades.

No hay lectores si no existe distribución que aparezca libros en los ojos, aparadores, o en una mesa de la casa. Tienen por día predilecto a la difusión, y los bajos costos, pero a veces se disfrazan según el poder adquisitivo.

Algunos libros se creen rectángulo, libertadores de la imaginación, luchadores incansables de la alfabetización. Los libros que cumplen su finalidad de ser leídos, tienen la facultad de excitar los sentidos, hacer milagros, curar anginas, crear políglotas, y construir vehículos para trasladarse a nuevas tecnologías, etc.

Todo libro es anulación de la materia, algo invisible que sucede en secreto cuando encuentra un lector por amante.

Cuando el libro habla y su amante escucha, o bien cuando el amante habla y el libro escucha, la corteza de los árboles se estremece y gime cual hoja al viento.

Divagación, 3:50 a.m.

No importa la economía, para un lector conseguir un libro es algo ya dado, ya escrito.

Es por destino que existen traducciones, es por magia que suceden interpretaciones, y no siempre el escritor es el que escribe, a veces tengo la impresión que el lector escribe en las páginas una historia doble, por tanto, en la borrachera dada, podríamos cuestionarnos si las letras embriagan.

Aseguro que un libro enciende en dualidad con el lector un impulso vital, un juego de ajedrez, una rayuela, un poder de la palabra, y deviene siempre en un regalo, un compañero, el misterio de fronteras lingüísticas, ¿dónde queda por tanto la propiedad intelectual? Cada publicación es un parto, un autor con derechos subjetivos sobre sus hijos, un deber de dejar navegar a los lectores a su mejor puerto.

El binomio autor-lector, engendra un libro. El corazón del lector y las bibliotecas son las casas de los libros. Quizá en las bibliotecas solo los adoptemos un lapso de tiempo para comulgar con las páginas, pero cuando el libro se va a vivir a nuestras casas indefinidamente, su vaho silencioso entra a dormir eternamente en el corazón y el alma de lector.

Los ojos son la herramienta de introyección y creación de vida de los libros, sin importar su tamaño ni forma.

¿A caso el libro no es un instrumento de la promoción del hombre ante los extraterrestres?

Un libro puede quizá también ser una trampa para cacería de historias, de silencios, de encuentros y desencuentros, de páginas en blanco, y devenir en una transformación visual de lo plural y el azar.

Es fácil deducir que el libro es magia, relatividad, lo indecible, es un diario surrealista de lo humano y lo no humano, es felicidad, placer, dolor, una isla, es memoria, o tal vez un diccionario imposible, una red antigua de palabras, una elección, una decisión, una probabilidad.

El libro es esperanza, es vida cuando es leído, es un acto de amor cuando es valorado, es finalmente un lenguaje embriagador del espíritu.

Hay libros hipócritas, hay libros desnudos, libros instantes, hay libros que no logran ser libros y se quedan como una unión de hojas, cortes, con un lomo limpio, un forro intacto, luciendo como piezas de museo en el interior de la sala.

Un libro no se elige por índice y dedicatorias, sino por aventura, porque en nosotros siempre existen preguntas, porque un libro es capaza de desbordar un mar de respuestas indefinidas, hacer del lector un tesoro, una locura de lo relativamente cuerdo, es capaz de crear peldaños, unir lenguajes simultáneos, es capaz de alimentar espacios vacíos y vaciar el más saturado de los espacios…

El libro es capaz de curar y crear insomnio …Feliz día internacional del libro, 23-04-2018, 4:01 a.m.

Renatta Torres

Participó como escritora en la ESCUELA SECUNDARIA FAMAILLÁ de SAN MIGUEL DE TUCUMÁN ARGENTINA dentro del VI Mayo de las letras organizado por el Ente Cultural de Tucumán y la municipalidad de Famaillá.

Nombrada VISITANTE ILUSTRE, en el Decreto No 111/10 por la Municipalidad ee la Ciudad de Aguilares, Argentina, como escritora participante en el MAYO DE LAS LETRAS INTERIOR

Participación como escritora en la SEMANA LITERARIA “Yo leo del Tec Milenio”

Beatriz Delgado Jiménez

Libro

Definición…

Puede que defina en escazas palabras lo que es un libro de acuerdo a lo que quizás muchos conocemos en su forma tradicional,  volumen  con hojas de papel, letras, imágenes y en el cual alguien con algún motivo escribió sus ideas, o también  en la era tecnológica se encuentra como  libro digital en donde  se encuentran hojas electrónicas llenas de toda información.

En mi concepción el libro es un objeto  con  historia, desde tiempos antiguos a la fecha, ha sido parte fundamental del pensamiento del hombre, en donde a través de  diferentes materiales  hace necesario escribir sus ideas, y de las cuales hoy  persisten para conocimiento de muchos.

Quizás la palabra  objeto podría delimitarse a cualquier cosa, pero en éste caso   refiero al libro como el objeto  para plasmar  la palabra escrita y recrear el lenguaje, el espacio necesario en la inclusión de  imágenes y  además satisfacer la curiosidad, la reflexión e indagar en el conocimiento, la diversión y la fantasía.

El libro como objeto, no ha de ser más que el medio por el cual el intelecto se recree y la fantasía se aglutine, sin importar la edad del mismo hombre.

Cuan interesante es cuando desde el vientre materno la madre a su hijo  lee un libro, o  al observar  la carita sonriente o  intrigada de un niño  cuando  interactúa   con    libros de cuentos en sus diferentes clasificaciones,  la alegría del estudiante cuando encontró la información precisa a la materia que cursa,  la paz que se  observa  en aquella persona donde   los años  ya dejaron un historial de vida pero continua adicta a la lectura y relectura de sus libros favoritos, y sobre todo  la felicidad del escritor para tener consigo el objeto preciso para plasmar sus intrigas,  miedos, alegrías, reflexiones y demás  acontecimientos que  otros habrán de leer al utilizar un libro  sin importar la forma o el medio  en que se encuentre.

Profesión: Educadora actualmente Jubilada después de 30 años de servicio.

Durante la actividad laboral en el aula  en el año de 2013 inicio la  inquietud de escribir para los niños  y  en   2015  se ve  logrado el objetivo  con el cuento titulado “El más Valiente”  editado  en Matehuala  con apoyo pleno   de Industrias Gráficas

El cuento “El más Valiente” ha sido promovido   en diferentes  jardines de Niños para  complementar actividades de carácter literario, además de formar parte ya de  las bibliotecas escolares en  los planteles del nivel preescolar.