La luz de José Guadalupe encendió otras más
Por José Ismael Leyva Nava
La hora y la obscuridad de la noche poco a poco fueron dejando calles solas, los temporizadores de los semáforos hacían sus cambios de luces rojas, verdes y amarillas acompañadas solo de la noche y del sonido del afilar de los cuchillos de una taqueria cercana
El suceso inesperado en la bocacalle de Boulevard Carlos Lasso y Matamoros del dìa 10 de Marzo de este año cambiaría para bien o para mal la vida de un grupo de personas desconocidas entre si.
Sobre Matamoros viajaban en una motocicleta roja con negro, dos jóvenes, solo uno con casco.
Sobre Carlos Lasso se trasladaba un coche sedan rojo abordado por una pareja de menos de 17 años
Justo en esa bocacalle la motocicleta se impacto de forma lateral contra el costado del sedan rojo, el conductor de la moto se impacto de frente, sin protección alguna; arrojando su humanidad contra la masa del coche que encontró a su paso; quien lo acompañaba salió disparado al aire realizando una voltereta que disiparía la energía de su caída, lastimándolo apenas de un pie.
Tras la hecatombe interna de cada uno de los involucrados y del fuerte ruido de la colisión, quedo José Guadalupe postrado en medio de la calle, con el miedo y la desesperación insondable que ha de ser aferrarse a la frágil vida que en ese momento le quedaba.
Despues vendria el peritaje y la tramitolgia propia que resulta de una tragedia y junto con ello, las lagrimas, el consuelo, la desperacion, el arrepentimiento, y una suma de instantes que engloba un suceso tragico e irreversible.
José Guadalupe Estrada Orozco murió el pasado 19 de marzo, tras una agonía y una pelea contra la muerte de 9 días en el hospital Central de San Luis Potosí. Murió de 19 años, cerca de su cumpleaños el próximo 27 de Marzo cumpliría 20 años. Su flama se extinguió, pero no sin antes cumplir su voluntad de reavivar la flama que se estaba extinguiendo de un grupo de personas que èl ni siquiera conocía, y al que generosamente entrego de si.
Sus órganos fueron donados. Un helicóptero llego al hospital Central el dìa de su muerte, para extender la vida de quienes estaban en una lista de espera, con el cuerpo y alma en un hilo simplemente esperando. Hígado, tejido, riñones y corneas de José Guadalupe, volaron a Mexico y a Jalisco.
Al muchacho alegre de la foto le gustaban los gallos, el fútbol y las chicas, pero lo que sin duda más amaba era la vida, esa que dejo ir generosamente ayudando a los demás.
Por eso Gracias Jose Guadalupe.
José Guadalupe Estrada Orozco QEPD
Foto del accidente
Helicóptero de la PGR para el traslado de órganos.