Las mujeres ambientalistas
Dedicada a las mujeres que han levantado su voz por la Defensa del Ambiente, a las que participan, investigan, aportan y toman decisiones a favor de una mejor vida para y en este hermoso planeta.
Flor de María Espinosa Morán
Pachamama, Gaia, Tonantzin, Coatlicue, son algunos de los nombres que desde diversas cosmovisiones se le da a la deidad que representa la protectora de la casa común de todos y todas: La madre Tierra. Coincidentemente, en diferentes culturas se recurre a la imagen femenina como cuidadora de la naturaleza. Esta cercanía del tema ambiental con la mujer genera sin duda algunas opiniones encontradas, y más allá de un debate ecofeminista, deseo dejar constancia que las mujeres no solo son cuidadoras, sino que van más allá: investigan, participan, generan opinión, promueven cambios y toman parte de las decisiones en campos de gran importancia para la vida.
En estos días en que recordamos las luchas que han librado las mujeres en el mundo por el reconocimiento de nuestros derechos, quiero dedicar este espacio a las mujeres que desde diferentes trincheras han contribuido en el tema ambiental.
Considero que además de seguir luchando por condiciones y derechos equitativos, así como por el acceso a una vida libre de violencia, es conveniente ponderar a la mujer desde el punto de vista de su trabajo en múltiples espacios de la vida pública y privada.
A nivel mundial, nacional y local, la lucha ambiental, la investigación, educación ambiental, así como las acciones de conservación del patrimonio natural se han nutrido y fortalecido del trabajo y acciones emprendidas por destacadas mujeres. Sin embargo el papel que la mujer ha desempeñado en estos debates ambientales, ha sido poco valorado y visibilizado.
Iniciaré con Rachel Carson, escritora y amante de la naturaleza, quien en el año de 1962 publicó el libro “La Primavera Silenciosa”, donde advierte sobre los peligros ambientales por la aplicación del DDT, un pesticida sumamente potente y dañino en especial para las aves. Se considera que el trabajo de Carson influyó para que en 1970, se creará la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) y que en 1972, fuera prohibido el uso del DDT, sustancia que había provocado que el águila calva, y otras aves , estuvieran a punto de extinguirse.
Destaca por su contribución en la defensa ambiental Rosalie Edge, primera mujer en fundar y liderar una organización defensora del medio ambiente en 1928. Edge también fue una sufragista consumada, y una aficionada a la observación de aves. Ella fundó el Santuario Montañoso para Halcones, la primera reserva del mundo para aves de rapiña.
Polly Dyer es incluida en este recuento por ser quien ayudó a proteger las costas del Estado de Washington. Ella organizó y abogó a favor de la protección del Parque Nacional Olímpico, y encabezó los esfuerzos durante muchos años para aprobar la Ley de Áreas Silvestres de los Estados Unidos que fue finalmente publicada en 1964.
Peggy Shepard fundó la asociación civil WE ACT (Tomamos acción) en el año 1988 y lleva muchos años como líder de dicha organización. WE ACT fue la primera organización en Nueva York en enfocarse específicamente en la limpieza del ambiente para proteger la salud y mejorar las vidas de las personas de color.
Un caso quizá más conocido es el de Sylvia Earle, oceanógrafa, investigadora y escritora, lideró más de 50 expediciones de investigación bajo el mar. A principios de 1990, ella fue la primera principal mujer científica de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos. La Revista Time la catalogó como la primera Héroe del Planeta en 1998. En 2005 recibió el Premio Internacional de la Sociedad Geográfica Española.
Por su defensa de los derechos civiles, habrá que mencionar a Vivian Malone Jones, quien en 1963, fue una de las primeras estadounidenses africanas en matricularse en la Universidad de Alabama cuando esta institución académica admitió estudiantes de origen africano. Como parte de su lucha por los derechos civiles, luego emprendió una carrera profesional en el departamento de Justicia de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
La hondureña Berta Cáceres es uno de los casos más sensibles. Recientemente recordamos el segundo aniversario de su asesinato. Berta Cáceres recibió en 2015 el Premio Goldman, la mayor distinción para activistas que luchan por el ambiente. Encabezó una lucha por su pueblo y emprendió una campaña que presionó con éxito a la constructora de presas más grande del país para retirar el proyecto Agua Zarca, del río Blanco, — agua sagrada para su pueblo-. En Honduras uno de los países más peligrosos de América Latina para los ambientalistas, Berta fue una férrea defensora del ambiente. Cáceres fue asesinada en su propia casa la madrugada del 3 de marzo del 2016 a los 45 años.
Marily Baptiste, canadiense, fue al igual que Berta Cáceres, ganadora del premio Goldman 2015, lideró a su comunidad para evitar el funcionamiento de una de las mayores minas de oro y cobre de Columbia Británica en Canadá, misma que amenazaba el lago Fish Lake, fuente de la identidad espiritual y el estilo de vida de la comunidad Xeni Gwet’in.
Otra ganadora del premio Goldman (2012), es la rusa Yevgenia Chirikova, quien lleva años liderando una campaña contra una carretera que atravesaría un bosque protegido ruso. La presión del gobierno contra ella es tal que tuvo que salir de Rusia para continuar su trabajo desde otro territorio.
Vandana Shiva, es quizá de las mujeres más reconocidas a nivel mundial. Científica y activista por la soberanía alimentaria, Vandana aboga por un mundo donde las semillas no sean sometidas a patentes por parte de empresas transnacionales que terminan comprometiendo todo el futuro del planeta. Promueve el cultivo tradicional de todos los pueblos. Además Vandana Shiva es conocida como autora de varios libros, destaco entre otros, Las guerras del agua: privatización, contaminación y lucro publicado en el año 2004.
Es menester mencionar y honrar a la Periodista Venezolana Marisela Salvatierra quien recibió post mortem el Premio Kalinga a la Divulgación Científica de la UNESCO 2002. Marisela dedicó su vida profesional a la Comunicación y Educación sobre los temas ambientales. Fue periodista radiofónica y editora de libros y revistas sobre el ambiente. La primera mujer periodista científica en ganar el Premio Kalinga, la primera mujer venezolana, la segunda mujer latinoamericana, la segunda mujer suramericana y la quinta mujer del mundo en recibir tal distinción.
Junto a Salvatierra, debo mencionar a otra destacada mujer, la maestra María Elena Febres Cordero-Briseño, conferencista en temas de sustentabilidad y educación ambiental en la región iberoamericana. María Elena es Doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, España y tuvo a su cargo la Dirección General de Educación Ambiental y participación Comunitaria, del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales de Venezuela. Recuerdo con profundo agradecimiento la participación de estas queridas hermanas venezolanas en el Taller de Educación y Comunicación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2000) que fue impartido en nuestro Estado como parte de acuerdos derivados en el Congreso Internacional de Gestión Ambiental organizado por el Gobierno Estatal en el año 1999.
En el caso de las mujeres mexicanas mencionaré a la activista, Rosina González que forma parte del equipo de Greenpeace, quien participa en diversas protestas en defensa ambiental de nuestro país. Patricia Ruiz Corzo es otro caso emblemático de una activista y educadora ambiental. Su trabajo se desarrolla en la Sierra Gorda en los límites de Querétaro y San Luis Potosí. Preside el Grupo Ecológico Sierra Gorda y ha recibido distintos reconocimientos nacionales e internacionales.
La maestra Julia Carabias, es un referente nacional. Ha contribuido desde diferentes cargos públicos entre ellos la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Premio Nacional de Ecología y recientemente, en 2017, el Senado de la República le otorgó la Presea Belisario Domínguez por su contribución a las causas ambientales y por su labor como divulgadora científica.
Subrayo de manera especial y con un recuerdo cariñoso a mujeres valiosas con las que he tenido la fortuna de coincidir, ya sea en el plano profesional y en gran parte por ser parte de mi formación académica en el campo de la educación ambiental.
Sin lugar a dudas un lugar muy destacado lo ocupa la maestra Luz María Nieto Caraveo, pionera de este campo de conocimiento en el estado potosino. Ha ocupado diversos cargos en la Academia Nacional de Educación Ambiental. Lucy (como de cariño le llamamos) ha sido promotora y responsable de los más importantes programas de educación ambiental, así como de la transversalización ambiental en los programas académicos de la UASLP. Sus aportes a través de la investigación y la puesta en marcha de diversos cursos, diplomados, seminarios y posgrados ha dejado una importante e invaluable huella en nuestra sociedad.
Luz María Nieto junto a otras de sus colegas como la Doctora Shafía Teresa Súcar Súcar (Universidad de Guanajuato), la maestra Elba Castro Rosales (Universidad de Guadalajara) Lorena Martínez González (Estado de México) Alicia de Alba (UNAM) Rosa María Romero Cuevas (Universidad Ciudad de México) , entro otras muchas valiosas investigadoras han contribuido a fortalecer el campo de conocimiento de la Educación Ambiental en un tiempo donde triste y preocupantemente se tiende a desaparecer de las políticas públicas y de la gestión ambiental en las diferentes instancias ambientales del país, incluyendo a nuestro estado potosino.
Recuerdo con profundo afecto a la Bióloga Angelina Nuñez Galván quien en vida participó activamente en la lucha para evitar el funcionamiento del basurero tóxico de Metalclad ubicado en el predio de La Pedrera, municipio de Guadalcázar, San Luis Potosí. De la misma manera va mi recuerdo y reconocimiento a las cientos de mujeres con las que he participado en la recuperación de espacios públicos para el goce natural, las integrantes de colectivos y asociaciones civiles de diversas causas ambientales, en especial las mujeres de Salitral de Carreras, del municipio de Villa de Ramos, las artesanas y parteras de nuestras etnias huastecas, las jóvenes universitarias y las nuevas profesionistas: Itzet, Cristina, Alejandra, Paloma, Saraí… afortunadamente tantas que son la gran esperanza para trabajar desde y en la sustentabilidad.
La lista puede ser interminable, no se agota por supuesto en las mujeres aquí mencionadas, sé que hay muchas más que destacan por sus investigaciones, acciones y compromiso desde ámbitos diversos, para todas mi más sincero agradecimiento, reconocimiento y admiración.
Como se puede ver en este breve repaso, el tema mujer y ambiente no sólo se debe ver desde la perspectiva de cuidadora de la naturaleza. La mujer está presente y es de gran importancia para la toma de decisiones tanto en ámbitos locales, como nacionales sean rurales o urbanos, como parte de grupos organizados de la sociedad civil, en la academia, en la administración pública e incluso en la iniciativa privada. Quedan sin duda muchos caminos y retos por andar, planteo aquí algunas recomendaciones:
- La necesidad de crear mecanismos que permitan a la mujer transmitir sus conocimientos, experiencias y relación con los recursos naturales, esto sería un gran aporte en el tema de conservación y desarrollo.
- Fortalecer y promover los trabajos de investigación ambiental.
- Identificar obstáculos que limitan la participación de la mujer en la toma de decisiones de políticas públicas ambientales.
- Crear espacios que permitan la participación de la mujer en la planificación, ejecución y seguimiento de los planes y estrategias de ambiente y sustentabilidad.
Sigamos juntos y juntas construyendo utopías. Amemos este único y hermoso planeta.
Fuentes consultadas:
http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/37299/3/articulo6.pdf
https://blog.epa.gov/blog/2015/03/celebrando-las-mujeres-que-posibilitan-la-proteccion-ambiental/