México rojo
Por José Ismael Leyva Nava
Nos han desollado el rostro a los mexicanos
Nos han desollado el alma.
El infierno de Dante en nuestra tierra se ha instalado
sus círculos oscilan, se mueven , estallan.
Los niños a manos del opresor vieron venir la muerte
líneas al aire marcan las balas
gritos, espanto, el olor de la sangre emerge
mancilla la tierra esa sangre, esa muerte.
Ni todo el subsuelo siendo fosa
bastaría para enterrar la indignación del pueblo.
Tlatelolco, Aguas blancas, Atenco
y ahora Iguala, Suma a la lista sus muertos.
Normalista, campesino, estudiante, vendedor de flores
su común denominador es la pobreza.
Es el infierno en vida de estos hombres.
Vivos se lo llevaron, vivos los queremos
madre en mano el cartel
esperanza colgando apenas de finos hilos
a la espera de ser devorada de forma cruel
Ayotzinapa suma su arroyo al rio
al rio de sangre que nadie quiere oír, que nadie quiere ver
Ellos somos todos, en pancartas sus rostros perdidos
forman la lúgubre marcha, se enchina la piel.
Despierta gigante dormido.
Que el dolor enerve tu furia otra vez
materializa tu himno, convoca a tus hijos
no mañana, no después, la fecha es hoy
tomar las riendas de nuestro destino,
o sucumbir en la violencia
vivir en lo mezquino.
Tirar la toalla, buscar la esquina
Morir poquito.