No merecen esta afición
1 diciembre, 2022

 

 

Por Ismael Leyva

Lo más hermoso del futbol consiste en que se puede jugar prácticamente en cualquier lugar, desde un estadio de ultima generación a la calle enfrente de tu casa; con tecnología de punta, chip var y tres mil cámaras, hasta con 2 piedras y un envase que hace las veces de balón.

Nunca en ningún momento de la historia un deporte había tenido tantos aficionados alrededor del mundo, desde una ciudad cosmopolita, al patio de una vivienda que está derrumbándose y tiene un techo de lámina.

Hoy quedo México fuera del mundial. Hoy te escribo a ti selección mexicana de futbol como aficionado, me cuento como uno de millones que el día de hoy vimos un retraso de 10 pasos hacia atrás en un lapso de 3 juegos y una era llamada tata Martino.

Dan pena, y no solo por el hecho de darla, sino porque en las cabezas de los directivos, entrenador y jugadores no alcanzan a ver la responsabilidad, la importancia y el orgullo de ser parte de la selección. Dan pena porque no sienten desde la entraña ser mexicano, porque no toman con seriedad todas las vueltas del destino que tuvieron que pasar para que estuvieran pisando el pasto de la cancha donde cantan nuestro himno.

Dan pena también los directivos y los dueños de los equipos, al pedir un mundo de dinero por dejar  emigrar a jugadores mexicanos, que si no fuera por su codicia emigrarían fácilmente y se foguearían con los más grandes del orbe. El jugador mexicano no sale del país porque aquí lo han sobrevalorado, si así con todas sus letras sobrevalorado, porque al competir con equipos de un mundial no dan los resultados de alguien que tienen una chequera abultada por jugar futbol.

Dan pena porque quienes son los responsables de formar canteras de jugadores jóvenes se corrompen por los padres de aquel que tiene dinero y pagan por minutos de su hijo en la cancha; porque son pocos los jugadores que vienen del llano, que meten la pierna que son una promesa en toda la extensión de la palabra, pero no tienen dinero para mantenerse ni para pagar por jugar y así se quedan como una promesa que pudo ser y no fue.

Da pena la Federación Mexicana de Futbol, por permitir en su momento que siga dirigiendo la selección un argentino cuando el país que lo vio nacer fue electo en el sorteo como nuestro rival.

No se merecen esta afición, desde el niño que se muerde los dedos de nervios al ver a nuestro portero segundos antes que cobraran el penal, hasta aquellos aficionados que dejaron en el camino a Qatar una familia, dinero, y quizá hasta un trabajo para ir a verlos jugar, nos han decepcionado una y otra vez y aun así seguimos apoyándolos

Y todo seguirá igual, los jugadores que regresan seguirán siendo las estrellas en sus equipos y se nos olvidara el mundial que recién dejamos, y los directivos estarán cómodos pues la calificación estará asegurada el siguiente mundial al ser anfitrión y no va a pasar nada extraordinario con México como ha sucedido en los últimos años.

Hasta que se comprenda que el dinero no debe de estar encima de lo deportivo, que los semilleros deben de ser obligatorios para los equipos de primera división y se establezcan mecanismos eficientes para que la corrupción no se infiltre en sistema que administra los destinos del futbol en este país, solo hasta entonces seguiremos igual.

No se merecen esta afición.

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