PORQUÉ NO NECESITAMOS FELICITACIONES EL 8 DE MARZO
8 marzo, 2018

PORQUÉ NO NECESITAMOS FELICITACIONES EL 8 DE MARZO

Por Rocio Hernàndez Avila

Llega el 8 de marzo y con éste, los lazos naranjas, las playeras naranjas, los letreros naranjas -pues se tienen que institucionalizar el día de alguna forma-. Lxs funcionarixs hacen lo único que saben hacer: campaña. Organizan, conciertos, maratones o conferencias en las que “hombres” le explican a las mujeres las causas y soluciones de la violencia de género, eventos para mujeres con hombres en poca ropa, porque así de limitada es la perspectiva de las autoridades cuando se trata de mujeres.

Por otro lado las redes sociales se desbordan de lágrimas de hombre,  de reproches por cargar garrafones y pagar pensiones alimenticias para sus hijxs, del vídeo de la chica rubia con argumentos sin sentido en contra del feminismo, de memes que cuentan la triste historia de hombres que no tienen un día en el calendario o por otro lado de los “aliados”, esos hombres que te etiquetan en la postal de las mujeres bellas y combativas, los que te felicitan por ser el día de “la creación más hermosa”o los entes en campaña que reparten flores, mandiles o cubetas.

La intentona de la trivialización de la fecha, no es casualidad cuando ésta, responde a la lucha de la mujer trabajadora, pues, en realidad lo que se conmemora, es la lucha por  reivindicación de los derechos de las mujeres, a las más de cien trabajadoras que la policía reprimió y asesinó brutalmente en Nueva York, cuando marchaban para exigir mejores condiciones laborales, a ellas y a las mujeres que murieron en un quemadas vivas, dentro de la fábrica donde se encontraban encerradas para evitar -según los dueños de la fábrica- que las trabajadoras robaran. Fue después de que movimientos socialistas feministas impulsaran la conmemoración del 8 de marzo como el DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA, hasta 1975 que la ONU declaró esta fecha para conmemorar la lucha de mujeres que sigue vigente.

 

A más de cien años de estos sucesos y de la extenuante lucha de mujeres por la reivindicación de sus derechos, si bien hay grandes conquistas, la brecha de género sigue siendo amplia, los hombres siguen ganando más por los mismos trabajos que sus pares mujeres, las mujeres son dueñas sólo del 1% de las propiedades en México, aunque trabajamos tres veces más que los hombres, incluyendo los trabajos que hacemos sin remuneración económica, sean domésticos o de cuidados. Las mujeres siguen siendo asesinadas dentro de sus propios hogares por sus parejas o por desconocidos en la vía pública, mientras se desplazan a sus trabajos, en el transporte público, en los centros de estudio. 1 de cada 5 mujeres es abusada sexualmente durante su infancia, y más del 90% de las víctimas de trata de personas en el mundo son mujeres.

 

Ahora en muchas partes del mundo las mujeres han decidido ir a huelga y parar, pero sabemos que en muchas partes, las mujeres seguimos sin escenarios posibles para hacerlo, que las condiciones de opresión que vivimos a diario no nos permiten evidenciar con un paro de labores, la carga que llevamos encima de la producción en el mundo, nos encontremos en trabajos remunerados o no. Por eso hoy no nos feliciten porque hacerlo no va a acabar con la violencia que vivimos todas de alguna u otra manera todos los días.

 

Las mujeres no necesitamos ni sus lazos naranjas, ni sus felicitaciones, ni sus rosas. Necesitamos que realmente se legisle a favor de las mujeres, que se aprueben presupuestos que hagan realidad las propuestas para atender, sancionar y erradicar la violencia de género, que los institutos de la mujer dejen de ser organismos inoperantes y que las instituciones encargados de impartir justicia, juzguen con perspectiva de género, que se eviten las muertes de las mujeres precarizadas que deciden sobre sus cuerpos con educación sexual, métodos anticonceptivos y aborto libre, seguro y gratuito.

 

#8M

 

 

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