Por María Elena Yrízar Arias
En días pasados, Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente del zacatecano Ricardo Monreal y en su carácter de Consejero Nacional de Morena, mediante un video que subió a su portal de Internet el empresario Toño Lorca Valle, manda un mensaje de 1:25 minutos a los amigos y amigas de Morena de San Luis Potosí, anunciando que va a estar por estas tierras en este mes de agosto, en sus palabras destaca que “está igual de preocupado que ustedes, porque por algunos cuantos dirigentes de allá, diputados y servidores públicos están haciendo quedar mal a Morena y al Presidente de México”. Menciona que la ciudadanía no votó por eso, sino que votó por un cambio verdadero, por un cambio real, por una forma nueva de hacer política. Puntualizó en su discurso que “no se los vamos a permitir” (aludiendo a actos de corrupción que se han dado a conocer previamente, principalmente en las zonas pobres de la Huasteca potosina). Propone poner orden y sancionar a todo aquel que ponga mal a la Cuarta Transformación del país, al que ponga mal y manche el nombre de Morena, reiterando que “eso no se los vamos a permitir, porque Morena nació para construir un nuevo régimen político, no para repetir las viejas mañas ni para amafiarse con otros, que no quiere el pueblo de San Luis Potosí”.
Desde luego que el anterior mensaje del aspirante a ser el dirigente nacional de Morena, estaba basado en la información que previamente recibió el político en mención, en la semana pasada, a lo que pidió entonces la expulsión de diputados potosinos de ese partido y su dirigente estatal. Díaz Durán condenó los escándalos de los legisladores y la inacción de su líder estatal y pidió que sean llevados ante las máximas instancias del partido. Dijo además que “esos diputados están dando un espectáculo bochornoso y por tanto tienen que ser expulsados”, pues supo que el diputado local Edson Quintanar, paga como su asesor personal con dinero del Congreso del Estado a un servidor de la nación de nombre Fabiano Grimaldo Rodríguez, que el gobierno federal a través de la Secretaría del Bienestar, recibe un salario de 9 mil 266 pesos por su trabajo que desempeña en Ciudad Valles, y a su vez cobra en la capital potosina, 30 mil pesos desempeñando una doble función que lo evidencia como un corrupto. Sobre este desagradable asunto de la corruptela de algunos diputados, léase en la Jornada, donde se hace referencia a la diputada Alejandra Valdés, de Morena, por su presunta responsabilidad en actos de corrupción al exigir los llamados “moches” a sus asesores, además de presunto nepotismo al tener como su trabajadora a su hijastra (hija de su actual pareja) Olivia Zaride Pacheco Ruiz y a su cuñada Salma Zabdi Vargas Hernández.
En la denuncia pública que hiciera ayer el morenista y líder social huasteco Juan Rubio Trejo en el programa radiofónico Libertad de Opinión, en la capital potosina; hizo fuertes declaraciones acusando varios actos de corrupción de sus compañeros de partido, explicando los presuntos malos manejos de los servidores de la nación con las tarjetas de programas sociales en la Huasteca potosina, lo que se puede escuchar en Plano Informativo FM, Señaló que hay evidencias que a él le consta, por ejemplo en El Saucito, en la capital, hay enojo social, porque las tarjetas a los adultos mayores no han sido entregadas, acusa de que ordeñan las tarjetas al cobrar el dinero, no lo entregan íntegramente. Inclusive, los mismos operarios del gobierno se quedan con las tarjetas en su poder y no las entregan, además de que no existe un sistema de control de estas, lo que les da margen a caer en tentación de abusar de los destinatarios.
Señaló que en la Huasteca, en Tamazunchale, la subdelegada Briseida García Antonio tiene a una trabajadora de nombre Rosa Hernández, como servidora de la nación con un salario de 9 mil 266 pesos mensuales, para que le cargue a la hija de la subdelegada, en otras palabras es su niñera que se paga con el dinero de la nación. También aseguró que esta funcionaria en las encuestas de opinión, ella misma llenaba las encuestas, simulando haberlas hecho. Dijo Juan Rubio que él estuvo en una mesa cuando se hizo la encuesta del aeropuerto y que muchos indígenas que no hablan español, ni participaron, pero la delegada en tres días llenó 400 boletas de opinión, al estilo de una mapache priista. Señaló que la subdelegada tiene como empleados de la nación a su padre, primos y casi a su familia entera. Según Juan Rubio Trejo, la corrupción está a flor de piel.
Señaló a otro servidor de la nación llamado Carlos Calixto, quien es operador de Gabino Morales, superdelegado estatal del Gobierno de la República, quien además de cobrar al Gobierno Federal, aparecía al mismo tiempo en la nómina municipal del presidente municipal de Ciudad Valles. En resumidas cuentas, acusa a los morenistas de fraude, que han fregado hasta a los incapacitados porque se están robando el dinero de los apoyos a los pobres.
Entonces, a estos morenistas donde les quedó esa frase que pregona el Presidente AMLO de no mentir, no robar y no engañar al pueblo, si la política de algunos dirigentes, diputados y servidores públicos es todo lo contrario. ¿Cómo creen los morenistas que el pueblo potosino esté contento con ustedes? Cuando al parecer, están peor ustedes que los políticos anteriores que tanto daño hicieron a la nación. Morenistas parecen repetir las mañas que combatieron. ¿Dónde está el cambio verdadero? Ustedes no han comprendido el compromiso que adquirieron al enarbolar la bandera de la Cuarta Trasformación. Tampoco han entendido al Presidente de la República. El pueblo votó por el fin de la corruptela y ustedes, nomás fomentándola. ¡Qué poca progenitora!
