Somos más que un día
Por Samantha Torres
Buen día, tarde o noche a la persona que me lea, espero estés disfrutando tanto como yo, la primavera prematura que nos ha traído el 2017.
Gratamente me doy cuenta que cada año es más frecuente, aceptado y reconocido el día de la mujer, al menos entre mi círculo de conocidos, pero me queda una espinita en el pensamiento, y es que a pesar de vivir en el siglo XXI, donde la igualdad de género es un hecho reconocido mundialmente, aún necesitemos recordatorios y un día específico para hacer conciencia sobre la importancia que tiene el género femenino en nuestra cotidianeidad, cabe aclarar, que no soy de las que van quejándose sobre la existencia del 8 de marzo como fecha celebratoria, pero sí soy de las que se preguntan ¿realmente tiene más importancia la imagen bonita de empoderamiento femenino en la que nos van a etiquetar nuestros amigos en redes sociales, o que reconozcamos, valoremos y cuidemos nuestro papel como mujeres? Es decir, no me va a servir de nada compartir una bella imagen en Facebook sobre lo listas, fuertes y lindas que somos todas, si no reconozco primero las cualidades que poseo como hija, hermana, amiga y novia, además de ser humano, podré felicitar a todas las mujeres en mi lista de contactos, pero si no dejo de promover o solapar estereotipos sobre el género femenino (y sobre cualquier otro tema) entonces habré perdido el tiempo; vaya, de seguro les suena un poco alarmista mi opinión, y tienes como lector, todo derecho a pensar distinto, sin embargo, si tu primer pensamiento fue que soy una “feminazi”, exagerada o amargada, entonces, déjame decirte que tú también estás cometiendo el error que cometemos miles de personas (hombres y mujeres) a diario, estás catalogando en base a estereotipos, que crean una atmósfera de división y señalamientos absurdos a todo el que piense diferente a ti y que tristemente, afecta en mayor medida a las mujeres, así es, aún a marzo de 2017 hay tantos mitos y preconcepciones sobre nosotras, que somos débiles, que necesitamos una pareja para poder vivir bien, que no merecemos disfrutar de nuestra sexualidad, etcétera, etcétera, etcétera, (la lista es larga) y contra todo esto debemos luchar día a día, para qué mentir, no es sencillo, y menos cuando a veces aún nos cuesta identificar nuestros derechos, o entender que estamos siendo tratadas con injusticia, el camino hacia la inclusión es muy largo aún, solo me queda pedir firmeza y mucha inteligencia a todas, seamos creadores de la sociedad en la que deseamos vivir, enseñemos a nuestros amigos, familiares y conocidos mediante el ejemplo, exijamos el respeto que merecemos, demos el respeto que esperamos de los demás.
Para ser sincera, creo que mi 8 de marzo lo pasaré reflexionando a cerca de mi papel como mujer en el mundo, en México y en mi ciudad, sí, si voy a felicitar a mis amigas, sí si aceptaré felicitaciones y etiquetas en imágenes en redes sociales, pero no, no me olvidaré que la lucha por la igualdad de género es diaria, dentro y fuera de las redes sociales, en el trabajo, la casa y sobretodo la mente y que el 8 de marzo no es el único día para celebrar a la mujer.
¿Quien es Samantha Torres?
Pedir que hable de mí es pedir que hable sobre lo que me apasiona y existen tantas cosas que lo hacen que al final termino siendo un conglomerado de temas, hobbies y manías enorme, una colección que no llega a collage. Me llamo Samantha Torres y soy licenciada en Turismo Sustentable por la UASLP-ZH, mi interés sobre la ecología y el desarrollo de las comunidades y pueblos es lo que me motivó a estudiar esa carrera, sin embargo, no es lo único que me define, soy una persona que hace crítica a manera de ejercicio no solo intelectual sino también moral, creo firmemente que la curiosidad y el cuestionar el mundo que nos rodea, nos llevará a entenderlo mejor y cambiarlo.