María Zapata

Licenciada y maestra en ciencias políticas, candidata a doctor en filosofía con orientación en relaciones internacionales, negocios y diplomacia, docente en materias como grupos de presión, historia del pensamiento político, relaciones internacionales y diplomacia, publicaciones en los temas de paradiplomacia y administración pública, participación en congresos internacionales y miembro de la red de expertos en paradiplomacia y la red de ciudadanas en acción.

La clase política se chingo a los partidos

Es impresionante lo que hacen los dinosaurios para seguir en la esfera pública, a tal grado de desmembrar a los partidos. Estas elecciones resultan históricas, pero no por sus candidatos si no por el grado de chapulineo entre partidos. Esta clase política que se han convertido en mercenarios políticos desde Sonia Mendoza con más de 26 años de militancia panista y se va al partido que de verde no tiene nada, hasta el candidato del mismo partido a la gobernatura que tiene años cometiendo crímenes y en puestos públicos, una Doctora que en fechas recientes no demostró efectividad alguna en el manejo de una pandemia, y una oposición que no ha sabido conectar con el voto joven, hasta partidos satélites que eligen a payasos para representarlos en donde queda evidenciado las pocas ganas de contender y las muchas ganas de hacer negocio como ha sido el modelo de los partidos satélite en los últimos años. Incluso un Víctor Fuentes en el Pan de Nuevo León que rompió al partido por meros caprichos. Dejen descansar al erario un rato, dejen que, entre gente joven, gente nueva, los partidos se están quebrando en sus estatutos y principios. ¿Dónde quedo la clase política con verdadero servicio público? Pero lo que parece más estremecedor es que después de reformas energéticas, educativas y de trabajo que no han servido de nada, de vacunas de agua, de fraudes con rifas de un avión, y millones de pesos derrochados en el cambio de aeropuerto. Las personas siguen votando por la misma clase política milenaria, corrupta y obsoleta. Hay que demandar el regreso del Estado de Derecho, cero impunidades, para candidatos, para partidos, para corruptos… somos animales políticos por naturaleza, tenemos que involucrarnos, en una democracia la principal responsabilidad del bienestar recae en el ciudadano, vota inteligente, vota bien…

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