LA MUERTE VIENE A BUSCARNOS
Por Israel Mendoza Vázquez
La muerte viene a buscarnos
mirando en mil direcciones
ha aprendido en dos lecciones
el arte de acorralarnos.
En el año dos mil veinte
hubo un enorme revuelo
que sacudió tierra y cielo:
un mal de ese año corriente
que hoy es un riesgo creciente,
algo que vino a arrollarnos.
Hablo de un virus que odiamos,
que ha llegado con inquina
dicen que, desde la China
la muerte viene a buscarnos.
En los campos y ciudades
en las playas más lejanas
en desiertos y montañas
en los mares con edades
tan antiguas como jades,
la gente realiza acciones
para ocultarse en bastiones
donde no pueda encontrarnos
pues ha llegado a buscarnos
mirando en mil direcciones.
Pero este virus malvado
tan pequeño e imperceptible
casi resulta invencible,
nos encuentra en algún lado,
ya mucha gente ha matado
hiriendo los corazones
de hijos que no ven razones
para quedarse sin madres,
pues a dañar a los padres
ha aprendido en dos lecciones.
A diario llegan noticias
de amigos que ya han partido
o de un familiar querido.
Se van sin tener caricias
ni siquiera unas ficticias,
sin un adiós poder darnos
y así lograr consolarnos,
pero habrá de fracasar
pues no podrá dominar
el arte de acorralarnos.