Por Adrian Martinez Nava
El 28 de mayo de 1993 el mundo del cine vió por primera vez la adaptación “live-action” de un videojuego a la pantalla grande con el estreno de la película Super Mario Bros, y ahora en 2019, casi 26 años después es bastante seguro decir que, a nadie le gusto. Ni a los actores les gustó. Realmente nadie involucrado con el proyecto parece estar feliz de haber participado.
No es la película basada en un videojuego con la peor calificación hasta la fecha (sosteniendo un sólido 23% en el consenso general), cabe mencionar ese título lo tiene Tekken, película que se estreno en marzo del 2010, con la increíble cantidad de 0% por críticos en Rotten Tomatoes. Pero es el filme con peor calificación al nombre de Nintendo.
Y tal vez estén pensado, “¿Qué hay de Tron?”
Tron el videojuego no tiene historia en la cual basarse y por lo tanto no se puede hacer una adaptación al respecto, pero si una película que usa a Tron el videojuego como el elemento principal de la narrativa. Fin.
Uno pensaría que este género estaría muerto después de fracaso tras fracaso, pero es increíble pensar que cosas que disfrutaba a los 8 años y sigo disfrutando ahora, sean parte del discurso metatextual del mundo adulto en el que vivo.
Desde años atrás, la imagen y recepción de contenido que antes se creía sólo para niños y a adolescentes ha cambiado drásticamente, y se le puede atribuir en grandes cantidades a los filmes basados en cómics por este cambio en el paradigma que estamos viviendo.
Sin embargo, la constante saturación de este tipo de contenidos en diferentes medios no es lo que ha creado la apertura necesaria para su constante y creciente aceptación. Lo que realmente se necesita es un producto de calidad que establezca el universo que presenta el filme como uno en el cual, todo mundo puede invertir sin sentirse como una pérdida de tiempo.
Esto se puede resumir en que tan bueno es el trabajo de adaptación realizado por los cineastas y el equipo que participan en su elaboración.
Y pues sí, Detective Pikachu es una buena adaptación. Película, bueno eso depende del ojo con el que se le mire. Pero adaptación sí, sí es buena. Y pienso explicar por qué.
Este pasado 10 de mayo se estrenó Detective Pikachu y tiene de todo. Acción, comedia y muchos sentimientos todo adentro de un colorido envoltorio de diversión y nostalgia.
Justice Smith interpreta a Tim Goodman, un joven quien vive a las afueras de Ryme City, un lugar que se ha convertido en el ejemplar modelo de vida armónico humano/Pokémon. Durante años, Pokémon combatían en arenas comandados por sus entrenadores, hasta que el visionario Howard Clifford creara un lugar más pacífico donde ambas especies coexistieran.
Después de enterarse de la muerte de su padre en un accidente automovilístico, Tim viaja a Ryme City para enterarse sobre lo sucedido y poner en orden sus pertenencias. Es ahí donde Tim se encuentra con un Pikachu que sólo él puede entender – Interpretado por Ryan Reynolds en ingles, y en Latino América por Pepe Toño Macias, quien es reconocido en el mundo Pokémon por la voz de James en la caricatura -. Tim y Pikachu se aventuran a descubrir la verdad de lo que paso a su
padre después de que parte de la información que obtienen no concuerda. Lo que los lleva a descubrir una conspiración alrededor del gas “R” y su relación con el legendario Pokémon Mewtwo.
Un sólido 7.5 de 10, tres estrellas y media de cinco; o para los intelectuales, “pedí tres tacos para cenar en lugar de cinco porque estoy a dieta”.
Yo la disfrute porque apeló a la nostalgia de un videojuego/caricatura – Anime, para los ñoños y yo– que yo consumía día y noche durante mi infancia, y que aún hago con frecuencia, tal vez no con la misma intensidad y desesperación, pero lo hago. Fui y soy el público meta de Detective Pikachu, para bien o para mal. Mi opinión al respecto no es la verdad absoluta, está mue lejos de eso.
Está claro que no soy objetivo. Pero lo que sí es un hecho, Detective Pikachu es hasta el día de hoy, la mejor adaptación de un video juego a película.
¿Por qué?
Bueno, para empezar Rotten Tomatoes una de las páginas de reseñas más relevantes en toda la red mundial, o el internet, como gusten llamarle, la califica con un 63% – en una escala de 0% a 100% – por parte de los críticos; y un 85% por parte del público, con el consenso general siendo principalmente positivo. Otras páginas como Metacritic, CinemaScore y PostTrack comparten calificaciones similares a esta. P
En cuanto a la parte teórica de por qué es una buena adaptación, tenemos que ir a 1924 con Erich von Stroheim donde todo empezó – Al menos en el mundo del cine –. Stroheim hizo el intento de adaptar a forma de filme de manera literal la novela de Frank Norris, McTeague, en su película Greed, y el resultado fue un filme de nueve horas y media, el cual tuvo que ser cortado a cuatro horas por órdenes del estudio, y posteriormente a dos. Esto resultó en un monstruo de Frankenstein carente de coherencia y bastante revuelta. Desde entonces, pocos directores han tratado de poner cada ínfimo detalle de una novela en una película.
A partir de ese desastre se entendió la necesidad de que el material que se quiera adaptar a un contexto cinematográfico debe sujetarse a una serie de alteraciones que lo hagan encajar en una estructura narrativa más fílmica.
Las formas narrativas de un video juego son muy diferentes a las de un libro y a las de un filme, ya que para avanzar la trama el juego necesita de un jugador que interactúe con la misma. Y esa experiencia es parte de lo que hace a un video juego atractivo para el consumidor. El cine necesita deshacerse de esa parte de la experiencia y aún así crear una experiencia llamativa para su público meta.
La mayoría de los filmes basados en video juegos tratan de apegarse lo más que pueden a la historia proporcionada por el mismo, pero eso ha resultado perjudicial si revisamos la historia de este género.
Detective Pikachu hace bien su trabajo como adaptación por qué es el ejemplo perfecto de una “adaptación libre”, la cual promueve serle fiel a la esencia del material original en lugar de a las letras o imágenes en el mismo. Y si se ponen a pensar, en pleno 2019 estamos en un mundo donde la adaptación libre ha elevado a franquicias a niveles que una adaptación fiel no lo hubiera hecho.
Todo el universo cinematográfico de Marvel, es una serie de adaptaciones libres de la esencia y mensaje establecidos en los comics. Y DC está subiéndose al mismo tren cada vez más.
La película toma inspiración del juego en elementos básicos de su narrativa, como lo es el gas “R”, el hecho que el padre de Tim está desaparecido, la mayoría de sus personajes y avienta el resto por la ventana. Detective Pikachu prefiere tomarse libertades cuando de su propia historia se trata, toma el mensaje central de la franquicia, el cual es el lazo que tenemos con nuestros amigos y familiares, para crear una narrativa muy sencilla y relativamente efectiva a su alrededor.
Detective Pikachu triunfa como adaptación de un videojuego a filme, porque los que trabajaron en el proyecto entendían la esencia de la franquicia e hicieron que funcionara en un contexto cinematográfico.
Super Mario Bros falló como adaptación no porque las personas involucradas no creyeran en el proyecto. Falló porque de muchas maneras la integridad del material original se vió comprometido una y otra vez. Cambio tras cambio en el guión, la necesidad de hacer algo más atrevido y que encajara con el estilo que se estaba impulsando a principios de los 90’s.
Y vemos esto pasar no sólo en el mundo de las adaptaciones de videojuegos. Por poner un ejemplo, The Hobbit de Peter Jackson existe. La cual comprometió la integridad del material original, no por no darle una adaptación fiel, si no, por querer remplazar la esencia original del libro por la del Lord of the Rings y querer establecer al mismo como precuela.
The Hobbit nunca se escribió como precuela al Lord of the Rings, ni Lord of the Rings se escribió como secuela de The Hobbit. J. R. R. Tolkien alguna vez dio a entender que el Silmarillion es lo más cercano a una secuela a Lord of the Ring, si es que fuera a haber una.
The Hobbit se escribió para leer a niños, un capítulo por noche, y agregarle elementos de una serie que se desvía tonalmente en demasía de esta historia, sólo podía resultar en el daño irreversible de la esencia de la misma.
A diferencia de The Hobbit, Detective Pikachu funciona como adaptación por que sabe lo que es y está contento siéndolo. Sabe que es la típica película “¿Quién lo hizo?”, con una trama simple que toda la familia pueda disfrutar, y que con toda la confianza te va a responder todas las preguntas que se planteen desde el principio.
Sí, no es la mejor película, el CGI pierde claridad conforme avanza la película y la trama la puedes descifrar desde los primeros treinta minutos. Tal vez sea el comienzo de una franquicia exitosa y tal vez eventualmente usen mejor los elementos que obviamente están ahí.
Pero de momento y como fan, estoy contento.