El rincón del Mago

La herencia de Jano-Chelito

Abelardo Medellín Pérez.

Muy interesantes han sido los últimos días en San Lázaro tras el juego de malabares y malbaratamiento de morales, en los que se han visto involucrados el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el, nuevo movimiento de poder, el Movimiento de la Revolución Democrática (Morena). ¿No es curioso Matehuala?, ya saben, nuestro presidente electo municipal es del verde, la diputada por el distrito uno es de Morena. Curioso. No es por ser conspiranòico, ni querer meternos a la boca del lobo, pero pensémoslo así: hace un par de meses, varias voces ciudadanas de acercaron a este espacio con el pendiente de que nuestra diputada por el distrito uno perteneciera a la flagrante nueva cuarta transformación, mientras que el presidente municipal fuera de esa destartalada y terrible sucursal del PRI que es el PVEM. ¿Cómo harían acuerdos distando tanto unos de otros?, ¿uno muy verde para la municipal y la otra morena, funcionaran?, que preguntas tan inocentes podemos formular cuando tenemos miedo de que la gente, sea del partido que sea, continúe tirando el dinero público a la basura. Y por “basura” nos referimos a sus bolsillos. Claro.

A esos que se preocupaban por los acuerdos, les damos como muestra un botón: el caso federal. ¿Qué pasó? Bueno, en pocas palabras y solo por si la noticia no ha bastado inundando los medios de circulación nacional: el brillante, pero no oro, movimiento de regeneración nacional, de manera vergonzosa y traicionando los intereses de sus votantes, pactó la “compra” de cinco diputados al partido verde. Esto a cambio de que su bancada morenista diera paso a facilitar la retención de dos puestos públicos al, aún gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello. Después de que este personaje chiapaneco, cambiara la constitución de su natal hogar para ocupar el puesto de gobernador y senador, morena lubricó los engranes de este proceso y, de manera pragmática, absorbió a los diputados del verde en la cámara de diputados.

¿Qué linda la cuarta transformación, no?, con estas actitudes dignas del priísta más devoto a la mafia del poder. Que deplorable darnos cuenta de cómo el partido “del cambio”, consiguió más del 50% de curules con tan solo el 37% de votos en elección popular; es decir, sin votos consiguió la mayoría. Situación digna de esas “dictaduras bananeras” de las que se quejó Fernando Rodríguez Doval, representante de la campaña de Anaya, hablando del PRI: pues se equivocó, las verdaderas dictaduras al parecer están llegando y demoliendo los sistemas de contrapeso democrático por medios “legales”, ¡y los estamos dejando!

Así están los sobrevivientes (el verde) y los ganadores (morena), siguen siendo partidos. Bueno, si somos puristas, no exactamente, recordemos que morena es un movimiento y no un partido, pero la confusión se perdona mientras mantenga estás tramposas prácticas que haría cualquier partido. Que se deje de sus chantajes a gobernadores tan temprano, todavía ni llegan al ejecutivo y ya iniciaron sus artificios para mejorarse en la aritmética legislativa.

Y de esas dos agrupaciones, tenemos uno de cada uno en nuestra ciudad. Que no nos sorprendan si se ponen de acuerdo para dejarnos en claro a qué clase pertenecen: a la política. El verde, el enviado del PRI en la tierra; de hecho, tampoco debería ser considerado partido, más bien un negocio político lucrativo con respaldos dudosos y nuevos aliados despreciables. Por el legislativo Morena, movimiento, que sigue tan quieto como cuando comenzó, y ha violado categóricamente sus promesas de campaña sin haber entrado aún a los pinos. Que joyitas, mientras unos hacen de lado a las vaquitas marinas para darle doble hueso a la fichita de Chiapas, los otros quebrantan esa Constitución Moral de la que tanto hablaron y ahora todos callan, porque saben que no tienen cara con que sostenerla. Se les calló; tanto la cara como el circo de supuestas morales sinceras.

Según su articulo primero “no engañar al pueblo” es la misión de Morena: quebrantado. Todo eso que otros partidos de antaño hacían a obscuras, estos lo hacen con un cinismo descarado frente a nuestras narices. De verdad, ciudadano, ellos arriba piensan que nos engañan, hagamos saber que lo malo suma, aunque nadie lo sume. De corazón espero que esas deleznables practicas federales no bajen a lo local, y si lo hacen, pues… advertidos ya estábamos, esa es su herencia que les corre por el curul. Por cierto, si ven al nuevo presidente electo o a su diputada por el distrito uno, pregúntenle una cosa de parte del rincón:

¿a cuánto amaneció hoy el kilo de diputados?…